Talla XXXS, la nueva polémica en la industria de la moda

La cuestionada talla equivale a una 32 en nuestro país o 000 en EE.UU, lo que los detractores de esta iniciativa consideran absolutamente innecesario, dado que ya existía la XXS y la XS para aquellas personas más menudas.

Viernes 11 de julio de 2014 a las 08:38 horas

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La empresa estadounidense J. Crew expandió su tallaje lanzando la XXXS, lo que ha generado gran controversia sobre el irreal sistema métrico usado por las tiendas.

 

Pero más allá de si tiene una X más o una X menos, el problema es que, especialmente las jóvenes, se sienten presionadas a usar la talla más pequeña que esté disponible, y para ello son capaces de llegar a poner en riesgo su vida, por lo que ir agregando más tallas puede generar un aumento en los trastornos alimenticios como anorexia y bulimia.

 

A esto hay que agregarle el fenómeno del vanity sizing o inflación de talla, una peligrosa costumbre de las firmas de moda, que se empeñan en que el mismo número de talla sea para cuerpos cada vez más pequeños según pasan los años.

 

Y por si no bastara, debemos además afrontar el problema de la falta de unificación de las tallas, que genera que una misma persona sea una talla determinada en una firma, y dos o tres tallas más en otra, lo que no solo es incómodo y molesto porque no hay una determinada talla fija, sino que genera todo un conflicto interno, al percatarse de que no “entran” en la talla que creían tener. Es más, según un estudio citado por SModa del diario El País y realizado en 2010 por la Federación Española de Asociaciones Contra la Anorexia y la Bulimia (FEACAB), un 87% de los adultos encuestados sobre el impacto de las tallas de ropa reconoció que su medida variaba según el modelo que se probaba y el 58% se sentía molesto, deprimido, preocupado y culpable cuando a la hora de comparar en distintas tiendas, su talla variaba.

 

Una postura más radical a la medida de instaurar la XXXS mostró Capitol Hill Style, señalado que "la decisión de J. Crew de expandir su tallaje hacia abajo alimenta la noción de que la talla de ropa es una letra escarlata". Una letra escarlata que, además, en la que nadie se pone de acuerdo sobre qué tamaño de base debe tener. "Me encantaría vivir en un mundo en el que un vestido se mida por su talla, pero a una mujer no. Una sociedad donde reconozcamos que comprar un vestido que te sienta bien se base en eso, en cómo te queda, y no tener que embutirse en uno con el número más pequeño en su etiqueta. Sin embargo, vivimos en una sociedad en las que las medidas de las mujeres se publican en Wikipedia y cualquiera que no en encaje en esos dígitos se siente como deficiente", lamentó el artículo.

 

pn/gm