Identifícalos y evítalos: los cinco tipos de jefes tóxicos

Un buen jefe no es sólo el guía del equipo, sino que se transforma en un mentor que impacta en la vida personal y profesional de los empleados de manera positiva.

Sábado 21 de junio de 2014 a las 09:44 horas

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Un proceso de coaching puede ser una excelente herramienta de ayuda para lograr metas personales y profesionales.

 

Lo ideal es que en el plano de la empresa, los jefes actúen como un coach y hagan a sus empleados tomar conciencia de su trabajo. No obstante, muchas veces adoptan actitudes tóxicas, que, en lugar de reforzar el talento, influyen de forma negativa en la motivación de los empleados.

 

1. El jefe egocéntrico:

Es aquel que tiene una perspectiva equivocada de cuál es su función y que tiene un concepto erróneo de autoridad. Películas como La Proposión protagonizada por Sandra Bullock o El diablo viste de Prada protagonizada por Meryl Streep muestran en la ficción el ejemplo de dos jefas con exceso de ego que tienen poca empatía con sus trabajadores.

 

2. El jefe veleta:

Es aquel que tiene constantes cambios de humor y que resulta imprevisible en sus actitudes. Como consecuencia de estos cambios frecuentes de humor también tiende a cambiar de opinión con frecuencia en algunas de sus decisiones, lo cual plantea difíciles retos a los empleados.

 

3. El jefe incompetente:

Es aquel que no está preparado para asumir la función que desempeña, sin embargo, no hace autocrítica y se considera en posesión de la verdad porque tiene una imagen poco objetiva de sí mismo.

 

4. El jefe maquiavélico:

Es aquel que utiliza el miedo como forma de autoridad creando una gran distancia interpersonal con los empleados. Esta actitud de distancia le permite calcular fríamente los movimientos de toda la plantilla de trabajadores pero dificulta la comunicación interpersonal en la empresa.

 

5. El jefe narcisista:

Es aquel que culpa de sus propios errores a terceros y no se hace responsable de sus fallos.

 

Un buen jefe es un buen líder que tiene unas buenas herramientas de comunicación para dirigir a un equipo de trabajo hacia una meta, que conoce a sus trabajadores y los impulsa a explorar y apostar más allá de sus posibilidades actuales. 

 

Un buen jefe es un visionario, que no sólo guía al equipo, sino que se transforma en un mentor que impacta en la vida personal y profesional de los empleados de manera positiva.

 

pn/cl