Conoce el por qué no te quieren como esperas

Hay veces en que te topas con gente que espera mucho de una relación, otros que son más “dejados” en las relaciones o gente que simplemente goza de la vida en pareja.

Sábado 26 de abril de 2014 a las 12:06 horas

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Para lograr observar las razones que nos llevan a experimentar de una determinada forma al amor, es necesario hacer una retrospectiva de nuestro pasado en relación a cómo interpretamos el afecto en las distintas etapas de nuestra vida.

 

La clave para conocer qué es lo que no está resultando en el amor es comenzar desde el inicio, aunque suene redundante. El cómo se nos crió en nuestra infancia sería un factor muy influyente en determinar qué es lo que esperamos del amor en la actualidad.

 

De esta reflexión se pueden rescatar tres categorías que han sido observadas a la hora de analizar lo que espera una persona del amor.

 

Ansioso

 

Es un grupo de personas que más allá de lo que son capaces de declarar, les cuesta reconocerse naturalmente merecedores de amor y reconocimiento, por lo que tienden a poner bajo mucho juicio las muestras de cariño u oportunidades que se les ofrecen en la vida, mirando desde lejos los halagos y muchas veces rechazándolos.

 

A esta calificación corresponderían personas que, desde su inconsciente buscan ser valorados.

 

Evitativo

 

Son aquellos quienes poseen una imagen positiva de sí mismos, sufren porque les cuesta confiar en otros. Tienden a cuestionar sus capacidades de vínculo y les surge la compulsión a abandonar a la persona con la que podrían tener algo un poco más serio.

 

Existe un temor al ser desplazados, el que se manifiesta con una huida al momento en que comienzan a sentir emociones más fuertes de las que se permiten experimentar.

 

Seguro

 

Hay personas que, al contrario de los grupos anteriores, suelen demostrar seguridad u confianza a la hora de entablar una relación. Lo que ellos proyectan en un estado de bienestar y plena aceptación hacia el otro.

 

Personas que de niños sintieron accesibilidad a sus padres o cuidadores, lo que les generó no solo un ánimo de libertad, sino que también, una imagen vigorosa de ellos y el mundo.

 

En consecuencia de lo anterior, son capaces de aceptar a su pareja con defectos y virtudes, teniendo también la capacidad de resolver conflictos interpersonales, los que abundan en el día a día de las relaciones de pareja.

 

PN/OSH.