Viernes 1 de octubre de 2021 23:42

Parvularia viñamarina es una de las 20 semifinalistas del 6º Global Teacher Prize Chile

Se trata de Berta Soto Vergara, quien a sus 66 años fue preseleccionada de un total de 5.900 nominaciones y cientos de postulaciones de profesores de todo el país.

El profundo amor a sus niños, su vocación y pasión para enseñar son los principales factores a los que la educadora de párvulos, Berta Soto Vergara, atribuye el haber sido elegida entre los 20 educadores semifinalistas de la sexta edición del Global Teacher Prize Chile, premio organizado por la fundación Elige Educar y reconocido a nivel mundial como el “Nobel de la Enseñanza”, que desde su llegada al país en 2016 ha relevado y celebrado la labor docente.

De un total de 5.900 nominaciones y cientos de postulaciones de profesores de todo el país, la docente de la Escuela Teodoro Lowey de Recreo, fue preseleccionada tras un proceso de minuciosa revisión y evaluación de quienes están transformando las formas de enseñar, logrando poner a sus estudiantes en el centro y hacerlos protagonistas de sus procesos de aprendizaje.

Justamente la forma de seguir enseñando en pandemia a sus queridos alumnos motivó a la educadora formada en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso a realizar, en forma totalmente autodidacta, videos educativos que sube a su canal Youtube (Berta Delicia; Educadora de Párvulos) que ya cuenta con 1.182 suscriptores y más de 260 mil visitas, tanto de Chile como de México, Argentina, Perú y Colombia.

EL DESAFÍO DE LA PANDEMIA

Con una trayectoria cercana a los 40 años, Berta Soto se ha dedicado con pasión a la enseñanza parvularia, lo que le ha valido diversos reconocimientos como la Asignación de Excelencia Pedagógica que obtuvo el 2005. También integra desde el 2006 la Red de Maestros de Maestros y ha sido tutora del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP), ambos del Ministerio de Educación.

A sus 66 años aún sigue perfeccionándose –tiene un Diplomado en Neurociencia- para brindarles la mejor educación a sus niñas y niños y ayudar a sus colegas. De hecho, es una de las dirigentas de la Agrupación de Educadoras de Párvulos de la CMVM a quienes imparte cursos de capacitación.

Por eso no es de extrañar que la pandemia lejos de ser una complicación fuera un desafío que la llevó a incursionar en el uso de herramientas tecnológicas para enseñar de manera virtual. “No soy muy tecnológica entonces tuve que aprender esforzarme. Al comienzo me amanecía tratando de aprender cómo hacer clases con la misma metodología que utilizo en el aula, donde soy muy lúdica, y traspasar eso a través de la pantalla”, cuenta.

Los tutoriales de Youtube fueron una gran ayuda y con eso comenzó a producir los videos que al comienzo le llevaban 4 a 5 días de trabajo y que ahora realiza en cuestión de horas. “Uno de los videos tenía 83 mil visitas, entonces me di cuenta que ahí había algo especial”, recuerda.

Su canal cuenta con un centenar de videos con los cuales enseña lenguaje, matemática, arte, ciencias, entre otras materias, y que también son un apoyo para apoderados y colegas. “Creo que han tenido buena recepción porque están hechos por una educadora, donde le hablo a los niños con mucha calma y amor, tal como lo hago en el aula. Todo lo hago yo”, explica.

SATISFACCIÓN PERSONAL

La educadora afirma que las claves de un buen maestro son la vocación, el compromiso con la educación y el aprendizaje de las niñas y niños, junto a una formación docente y profesional constante.

Por ello dice que la pandemia reveló un hecho ineludible: “la educación cambió absolutamente, porque ahora sabemos que las herramientas tecnológicas son fundamentales y tanto educadoras como asistentes tenemos que adaptarnos a esos cambios”.

“Todos estamos cansados y agotados. Los docentes trabajamos más horas que en el colegio, eso es una realidad, pero tienes dos opciones: ver esto como un problema o luchar por hacer las cosas mejor”, afirma.

Es una firma convencida que los niños se merecen la mejor educación y que ésta puede cambiar sus vidas. “Mi papá era profesor y mi mamá dueña de casa. Éramos 10 hermanos que vivíamos en dos piezas en un cerro de Valparaíso en situación de pobreza y los 10 somos profesionales universitarios. La educación nos sacó adelante y por eso estoy convencida que a través de ella se puede cambiar el mundo y la realidad que uno puede tener en un momento dado de la vida. Y para eso es importante un profesor comprometido, bien preparado que maneje estrategias didácticas que permita que los niños aprendan junto a la enseñanza de valores”.

PURANOTICIA

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