Ocho trabajadoras a honorarios del Parque Cultural de Valparaíso lanzan graves acusaciones tras ser desvinculadas

Graves acusaciones lanzó un grupo de mujeres que fue desvinculado de su trabajo a honorarios en el Parque Cultural de Valparaíso (PCdV) durante los últimos días.

Mediante una declaración dirigida al Directorio del espacio ubicado en la ex cárcel; a la ministra de las Culturas, Carolina Arredondo; a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara; y a la ministra de la Mujer, Antonia Orellana; denunciaron "malas prácticas laborales" y despidos "arbitrarios y discriminatorios, con evidente sesgo de género".

Se trata de ocho mujeres, que se definen como "disidencias precarizadas" por el Parque Cultural de Valparaíso, las cuales acusan despidos sin fundamento alguno.

Pero eso no es todo, pues aseguran que en el inmueble del cerro Cárcel "se vulneran los derechos de las mujeres trabajadoras, jefas de hogar, madres y disidencias sexogenéricas", hechos por los que apuntaron al director ejecutivo (i) Eric Fuentes Góngora, y a la presidenta del Directorio, Giannina Figueroa Ipinza. 

Es por estos motivos que solicitaron la reincorporación de las trabajadoras despedidas y que se regularice la situación de "vulneración de derecho de los trabajadores a honorarios dentro de la institución", según dan cuenta en la misiva que firman la CUT Provincial de Valparaíso, la Asociación de Empleados Fiscales (ANEF) regional y la Federación de Trabajadores a Honorarios del Estado (INTTHE).

En detalle, las trabajadoras afectadas señalan que fue el jueves 30 de noviembre, en horas de la tarde, cuando fueron notificadas de sus despidos, a través de sus respectivas jefaturas, quienes se enteraron vía correo electrónico emitido por el Departamento de Administración y Finanzas del Parque Cultural de Valparaíso.

Si bien, en dicho e-mail se argumentan motivos asociados a la "deuda estructural y de arrastre", que ha obligado a una reestructuración, las trabajadoras afectadas sostienen que "nos parece irresponsable que la justificación para nuestros despidos sea una declaración de quiebra, considerando que esta institución no es una empresa, sino que una organización colaboradora del Estado que tiene la responsabilidad de administrar altas sumas de dinero proveniente de recursos públicos".

Por ello afirman que entienden que la medida adoptada por Góngora y Figueroa "hace pagar los costos de una mala gestión a las trabajadoras más precarizadas, cuando ciertamente nuestros despidos no resuelven el problema económico de fondo que arrastra la institución y la mentalidad empresarial no se condice con la responsabilidad que implica dirigir un espacio cultural de tal envergadura".

De igual forma, manifestaron su indignación porque el Parque Cultural de Valparaíso se posiciona como Sitio de Memoria, Centro Cultural, Espacio Público y Comunitario, pero también considerando que la Presidenta del Directorio "se declara una persona feminista", designada por un Gobierno con un programa feminista.

"Nos preocupa que este tipo de prácticas dejan de manifiesto que la promoción, defensa y garantía de derechos de las personas sólo se haya convertido en un discurso para la imagen pública de una institución que enfatiza el «nunca más» como consigna y que ello no se traduzca en una práctica real de protección y garantía de derechos con las personas que se vinculan. Tenemos la convicción de que nadie que vulnere de esta manera los derechos de las mujeres trabajadoras puede dirigir ni presidir un sitio de memoria tan importante para la región y el país", agregaron.

Finalmente, emplazaron a las autoridades a que se pronuncien respecto a esta "vulneración de derechos, precariedad laboral, irregularidades y malas prácticas", además de reiterar su exigencia de reincorporar a todas las trabajadoras a honorarios despedidas y la pronta regularización de sus contratos.

PURANOTICIA