Millonarias fiestas, trabajo para familiares, asesorías a Diputado y abultado déficit: Informe de Contraloría da nuevo golpe a gestión Reginato

Las investigaciones que organismos como la Contraloría General de la República, el Ministerio Público y la nueva administración edilicia han realizado a lo que fue la gestión de Virginia Reginato Bozzo al mando de la Municipalidad de Viña del Mar, siguen entregando una serie de antecedentes que dan cuenta de irregularidades que se habrían en el tiempo en que fue la Alcaldesa de la Ciudad Jardín.

Esta vez se conoció el Informe Final Nº 658, de 2020, llevado a cabo por la Contraloría Regional de Valparaíso a la Corporación Municipal de Viña del Mar para el Desarrollo Social durante la administración de la denominada «Tía Coty», documento de 133 páginas al que Puranoticia.cl tuvo acceso y que arroja una serie de anomalías de carácter técnico, económico y administrativo, entre las que se incluyen fiestas, contratación de familiares y compras de cajas de champaña, entre otros hechos que detallaremos.

En primer lugar, vale hacer presente que el ente que fiscaliza a los órganos del Estado efectuó una auditoría y un examen de cuentas a los ingresos percibidos y gastos ejecutados por la Corporación Municipal entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2019, sumando a ello un análisis financiero iniciado el 1 de enero de 2017. Todo esto, luego de recibir una denuncia del diputado Marcelo Díaz (UNIR), del concejal Sandro Puebla (IND-PS) y de los abogados Andrés Silva y Javier Gómez.

Así fue como denunciaron la eventual existencia de pasivos contingentes por demandas de la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast) que no estarían informadas en las finanzas de la Corporación; por el no pago de las cotizaciones previsionales; por la no provisión de indemnizaciones por años de servicio; por contratar a familiares de personas de confianza de Virginia Reginato; y de trabajadores que, además, cumplen funciones en el Congreso.

Entrando de lleno en las conclusiones que arroja este informe, vale mencionar que son 24 los puntos que detalla la investigación, siendo uno de los principales el relativo a que la Corporación Municipal de Viña del Mar registraba al 31 de diciembre del 2019  un déficit que ascendía a $9.774 millones ($9.774.878.000) y un patrimonio negativo que totalizaba $7.689 millones (7.689.973.000).

Y es que el análisis financiero a la Corporación advierte que los recursos recibidos por $66.056 millones ($66.056.518.000) el 2018, y por $75.465 millones ($75.465.765.000) el 2019 –derivados de aportes fiscales, municipales e ingresos propios– fueron insuficientes para solventar los gastos del organismo, generando una pérdida por $1.386 millones ($1.386.290.000) el 2018, y $1.927 millones ($1.927.238.000) el 2019. La mayoría de los gastos de esos años correspondió a remuneraciones y honorarios.

Toda esta situación ha derivado en que la Corporación registre pérdidas acumuladas por $4.914 millones ($4.914.512.000) el 2017; por $5.784 millones ($5.784.081.000) el 2018, y por $7.711 millones ($7.711.319.000) el 2019, cifras que según consigna Contraloría en su Informe Final Nº 658, de 2020, "superan el valor del capital".

Al 31 de diciembre de 2019, la Corporación Municipal de Viña del Mar, según consigna el documento de Contraloría, mantenía obligaciones pendientes con los proveedores por $2.804 millones ($2.804.676.404), correspondientes a 2.308 facturas.

De ellas, 1.118, (por $1.360 millones ($1.360.775.184) presentan un retraso en el pago que fluctúa entre los 90 y los 3.285 días, vale decir nueve años.

Sin duda alguna, los hechos indagados por Contraloría que más sorpresa generaron fueron las millonarias celebraciones organizadas por la Corporación Municipal de Viña del Mar, por las cuales se gastaron casi $50 millones ($49.941.677).

En concreto, se trató de celebraciones de Fiestas Patrias, el aniversario del sindicato, fiestas de Navidad, un vino de honor y la compra de cajas champañeras, entre otros hechos por los que el ente de control le recordó a la administración Reginato que debía dar "estricto cumplimiento" a dictámenes que consignan que el uso de los recursos de la Corporación debe ser concordantes con sus finalidades.

En específico, se pagaron más de $1.700.000 en compra de cajas champañeras al proveedor Eugenio Espinoza Vera; casi 7 millones de pesos en una fiesta navideña celebrada en el resort Rosa Agustina de Olmué; $400.000 en dos coffee break; y $450.000 en refrigerios, jugos, aguas y bebidas, a Panamericana Hoteles S.A., entre otros pagos.

A raíz de este insólita situación, Contraloría remitió copia del Informe Final Nº 658, de 2020, al Consejo Defensa del Estado (CDE) "para los fines que correspondan".

Fue en el marco de la investigación desarrollada por Contraloría que se constató que la Corporación Municipal de Viña del Mar contrató a dos sobrinas de María Angélica Maldonado, la polémica jefa de gabinete de Virginia Reginato, sindicada por los querellantes en las diversas causas abiertas contra el Municipio como una de las principales responsables del estado financiero del órgano edilicio.

El primer caso es el de María Carrasco Maldonado, contratada desde el año 2012, y por un sueldo de $2.171.315, para prestar servicios de coordinación en la Casa del Deporte, dependiente de la Corporación Municipal, y dirigida por esos años por Javier Aravena, esposo de María Angélica Maldonado, vale decir, su tío político.

El segundo caso, en tanto, es el de María Rouse Maldonado, también contratada desde 2012 por la Corporación, pero para prestar servicios de coordinación de educación y salud, trabajo por el que recibía una remuneración mensual de $3.003.372.

Contraloría indica en su informe que, si bien, ser sobrinas del aludido matrimonio no es un impedimento para su contratación, "corresponde adoptar y reforzar las medidas pertinentes" para que los directivos se abstengan de intervenir en asuntos donde se presenten vínculos de parentesco. De lo contrario, esto contravendría el principio de probidad administrativa.

Otra de las denuncias que llegaron a Contraloría y que se pudieron comprobar dice relación con dobles contratos y vínculos con parlamentarios, en específico con el diputado Osvaldo Urrutia, ex director de la Secretaría de Planificación (Secpla) de Viña del Mar y uno de los políticos de la UDI más cercanos a Virginia Reginato.

Se trata de Patricio Gatica Montecinos, quien realizó trabajos en la Municipalidad de Viña del Mar mientras mantenía un contrato de 44 horas semanales en la Corporación Municipal como asesor comunicacional. Pero esto no es todo, pues recibió $3,6 millones ($3.676.966) por un contrato suscrito con la Cámara de Diputados.

La investigación también da cuenta que Gatica recibió un pago de más de medio millón de pesos ($512.788) por concepto de horas extras, lo cual es improcedente según el ente de control, por estar sometido a un artículo del Código del Trabajo relacionado a funcionarios excluidos de la limitación de jornada laboral.

PURANOTICIA