Miércoles 29 de marzo de 2023 12:33

La historia de cómo el crimen de la carabinera de Quilpué permitió estrechar el cerco de la cinematográfica fuga de la cárcel de Valparaíso

Luego que seis internos del Complejo Penitenciario de Valparaíso escaparan de la unidad penal, sólo se pudo detener a uno en Zapallar a los días del hecho. No obstante, el crimen de Rita Olivares permitió recapturar a otros tres de estos peligrosos delincuentes.

Un procedimiento habitual de Gendarmería en el Complejo Penitenciario de Valparaíso dio paso el 23 de julio de 2021 a una de las fugas más trascendentales registradas en dicha unidad penal porteña en toda su historia: seis peligrosos internos, con condenas por delitos de mayor connotación, lograron escapar de la cárcel, y su paradero –hasta hace sólo algunos días– era una completa incógnita.

Si bien, uno de los seis delincuentes fue capturado los días posteriores a la fuga en Valparaíso, fue el crimen de la sargento segundo de Carabineros, Rita Olivares Raio, el domingo 26 de marzo, lo que permitió recapturar a otros tres antisociales y estrechar el cerco para dar con la ubicación de los últimos dos reos que se mantiene prófugos.

LA FUGA

Eran las 7:00 de la madrugada del viernes 23 de julio de 2021 cuando un funcionario de Gendarmería, cumpliendo labores habituales en el Centro de Educación y Trabajo (CET) La Pólvora, se dirige hasta el patio de maniobras de la cárcel porteña para entregar el pan a la población penal. Fue en ese instante en que fue abordado por seis peligrosos internos, quienes previamente hicieron un agujero en un baño de su celda para escapar por un ducto, para luego intimidar al uniformado, obligarlo a abrir el portón de ingreso y darse a la fuga desde la parte alta del cerro Playa Ancha, en Valparaíso.

Se trataba de Felipe Escobar Flores (25), Edward Fuenzalida Leiva (28), Maximiliano Fuenzalida Leiva (25), Kevin Mondaca Rojas (29), Christian Lucka Cortés (26) y Matías Peralta Parra (24), condenados por diversos delitos de mayor connotación social, entre ellos homicidios, robo con violencia e intimidación, maltrato de obra a personal policial y hasta fugas de otros recintos penales.

Mientras Gendarmería estableció el inicio de un sumario para determinar cómo sucedieron los hechos; Carabineros y la Policía de Investigaciones activaron intensos operativos para dar con el paradero de los sujetos, los cuales tuvieron resultados cinco días después, cuando el 28 de julio detectives de la Brigada Investigadora de Robos (BIRO), coordinados con la Fiscalía de Valparaíso, detuvieron a Felipe Escobar Flores, apodado el «Metralleta», mientras caminaba junto a otros dos sujetos por la localidad de Cachagua, en la comuna de Zapallar.

Entre esta detención y el homicidio de la funcionaria de Carabineros en Quilpué transcurrieron 611 días (casi un año y ocho meses). Y aunque en su momento el entonces ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Delgado, aseguró que "tenían información de dónde podrían haber escapado y estar ocultos" y que se estaba "estrechando el cerco" para recapturar a los seis delincuentes fugados, lo cierto es que a la fecha no había ninguna novedad positiva al respecto.

CRIMEN DE LA SARGENTO SEGUNDO

Un operativo policial por robo en lugar habitado en una casa del sector de Belloto, en la comuna de Quilpué, terminó con el homicidio de la sargento segundo Rita Olivares Raio, quien se convirtió en la mártir número 1.232 de Carabineros. La uniformada, de 43 años y madre de dos hijos, de 15 y 12 años, tenía 21 años en la institución.

Cuando los efectivos policiales se dirigieron al procedimiento en la calle Ramón Ángel Jara, un grupo conformado por unos ocho delincuentes huyó del lugar disparando sus armas de fuego. Fue justamente uno de estos proyectiles el que impactó en el oído derecho a la carabinera, quien se encontraba al interior de la patrulla. Pese a que fue trasladada de inmediato al Hospital de Quilpué, en el lugar se constató su deceso.

De forma paralela, el operativo por el asalto a la vivienda de Belloto continuó, lográndose la detención de dos delincuentes: Miguel Acevedo Tauda, de 26 años; y Edward Fuenzalida Leiva, de 28 años. El segundo, uno de los seis reclusos fugados de la cárcel de Valparaíso el 23 de julio de 2021, registra antecedentes por robo en lugar habitado, hurto simple, robo por sorpresa, receptación.

AHORA SÍ SE ESTRECHÓ EL CERCO

Mientras el país aún llora el crimen de la carabinera de 43 años en Quilpué, la detención de uno de los involucrados en el hecho ha permitido –ahora sí– estrechar el cerco para dar con el paradero del resto de la banda fugada hace un año y ocho meses de la cárcel de Valparaíso. Esto, debido a que Edward Fuenzalida Leiva escapó junto a su hermano, Maximiliano, lo que hacía presumible que sería más fácil obtener información respecto a su paradero y, así, seguir la pista del resto de antisociales.

Y en efecto, así fue... pues la noche de este martes 28 de marzo, personal de la Policía de Investigaciones logró detener a Maximiliano Fuenzalida Leiva, de 25 años; y a Matías Peralta Parra, de 24 años; ambos vinculados presuntamente a la muerte de la sargento segundo y, además, ambos fugados de la cárcel porteña en julio de 2021. Cabe hacer presente que en este operativo también se detuvo a una tercera persona, una mujer, pareja de uno de los dos detenidos varones, por encubrirlos.

"Son dos hombres, de 24 y 25 años, con antecedentes, los dos con quebrantamiento de condenas, que se habrían fugado de la cárcel de Valparaíso en 2021. Y la mujer, que es pareja de uno de los sujetos, habría pasado como encubridora", explicó el prefecto Alberto Vásquez, jefe de la Quinta Región Policial de la PDI, confirmando también que en el operativo se incautaron una escopeta, dos pistolas (una .40 y una 9 milímetros), municiones, drogas y elementos electrónicos.

¿Y LOS OTROS DOS?

Con la detención de los hermanos Fuenzalida Leiva y de Peralta, además del sujeto ubicado en Zapallar, ya son cuatro los reos fugados que han sido recapturados, restando sólo dos que se mantienen en calidad de prófugos: Kevin Mondaca Rojas, de 29 años; y Christian Lucka Cortés, de 26 años.

El primero llama la atención por su habilidad para fugarse de recintos penales. Y es que antes de fugarse de la cárcel ubicada en la parte alta del cerro Playa Ancha, Kevin Mondaca Rojas ya lo había hecho en dos oportunidades: el 2011, desde el Complejo Penitenciario de La Serena; y el 2012, desde la cárcel de Antofagasta.

El hombre de 29 años había sido condenado por maltrato de obra a gendarme, receptación y robo con violencia e intimidación; y su libertad recién la podía haber recuperado el 19 de marzo del 2027.

En cuando a Christian Lucka Cortés, estaba condenado por dos robos en lugar no habitado y un hurto simple, delitos por los cuales debía estar tras las rejas hasta el 19 de diciembre de 2024.

Desde el Ministerio Público explicaron que la causa para dar con el paradero de estos dos individuos sigue en curso y que ambos tienen orden de detención vigente.

PURANOTICIA

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