Viernes 14 de julio de 2023 11:49

Greenpeace denuncia vertederos ilegales de salmoneras que flotan en la Patagonia

Greenpeace Chile presentó cuatro denuncias ante la Superintendencia de Medio Ambiente y Sernapesca, por infracciones a las leyes de Medio Ambiente y de Pesca y Acuicultura, por parte de los centros de cultivo de acuicultura de las empresas Aquachile, Blumar, Australis Mar y Nova Austral.

Greenpeace Chile presentó cuatro denuncias ante la Superintendencia de Medio Ambiente y Sernapesca, por infracciones a las leyes de Medio Ambiente y de Pesca y Acuicultura, por parte de los centros de cultivo de acuicultura de las empresas Aquachile, Blumar, Australis Mar y Nova Austral en la Patagonia Chilena.


La organización ambientalista informó que la expedición de su barco Witness encontró en el Parque y Reserva Nacional Kawésqar y en el Parque Nacional Alberto de Agostini, residuos y desechos correspondientes a bodegas abandonadas flotando en el mar con elementos propios de la industria, como bidones de más de 20 litros de Dip Blue (inactivador de la mortalidad de salmones) y envases de Benzocaína (sedante de salmones).


“Son múltiples los desechos que se encuentran en la Patagonia cuando se navega por sus fiordos y canales. Restos de mallas plásticas, boyas, sacos de alimentos, tuberías plásticas, plumavit, jaulas abandonadas, neumáticos y cascos de trabajadores, son sólo algunos ejemplos de lo que la industria de la salmonicultura abandona. Nuestra denuncia exige enmendar este daño y que no se vuelvan a cometer este tipo de situaciones”, explicó la vocera de Greenpeace, Silvana Espinosa.


La organización ambientalista apela a la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente, artículo 3, que establece que “todo el que culposa o dolosamente cause daño al medio ambiente, estará obligado a repararlo materialmente, a su costo, si ello fuera posible, e indemnizarlo en conformidad a la ley”.


Además, Greenpeace aseguró que el basural “pone en riesgo el ecosistema patagónico dado que la fauna que habita en la zona puede quedar atrapada en las cuerdas presentes en estas instalaciones abandonadas o sufrir heridas al intentar escapar. Además, estos plásticos en el mar se van degradando en microplásticos, que son consumidos por la fauna del sector, acumulándose en su estómago sin dejar espacio para la comida real, produciendo una muerte por desnutrición”.


“La salmonicultura es una industria sobre la cual no existe regulación real ni efectiva. No vemos voluntad política para reparar esto y hacerse cargo del problema de fondo. En menos de una década las salmoneras han generado crisis ambientales por escapes de salmones, anaerobia y ahora se suma la creación de vertederos con basura plástica. Por un lado, hay que detener la expansión de esta contaminante industria, pero además fiscalizar los impactos que genera, haciendo que cumplan las normativas ambientales vigentes”, concluyó Espinosa.

PURANOTICIA