Filtran informe de Sernageomin que advirtió hace más de una década los riesgos de urbanizar sobre el Campo Dunar de Concón

Los dos grandes socavones registrados al límite entre Reñaca y Concón, emergencia que ha obligado a evacuar cuatro edificios del sector Costa de Montemar, ha puesto en la palestra un tema por el que hace largos años se ha dado una dura batalla, tanto a nivel ciudadano como en los tribunales de justicia: la protección del Campo Dunar.

Las dunas de Concón, oficialmente «Campo Dunar de la Punta de Concón», están ubicadas entre dicha comuna y la vecina Viña del Mar, específicamente en la localidad de Reñaca. Éstas fueron declaradas Santuario de la Naturaleza el año 1993, cubriendo una superficie de 45 hectáreas, quedando reducidas a sólo 12 hectáreas el año 1994.

Importante es tener en cuenta que un Santuario de la Naturaleza es un área protegida, con un espacio delimitado y administrado bajo régimen especial de gestión, diferente al resto del territorio. Es así como en cada uno de estos territorios se busca mantener las especies que en él habitan, al igual que los procesos biológicos y ecológicos que permitieron que estas especies evolucionaran hasta establecerse ahí.

Es bajo este contexto que Puranoticia.cl pudo acceder a un informe del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) del año 2012, elaborado por las profesionales María Francisca Falcón y Ana Valdés, el cual entrega reveladoras conclusiones respecto a la situación que presentaba en aquel momento la incipiente construcción de edificios en el lugar y que, a raíz de las emergencias suscitadas entre Reñaca y Concón, se proyectan perfectamente a la actualidad.

Si bien, el año 2012 ya existían edificios en el Campo Dunar, lo cierto es que su número era muy reducido en comparación a este 2023, donde se han levantado más de 40 torres de edificio en el límite entre Viña del Mar y Concón. De hecho, según el informe de Sernageomin al que tuvo acceso Puranoticia.cl, esta dunas litorales fósiles (o paleodunas) están intervenidas en más de dos tercios de su superficie.

Cabe hacer presente que para la confección de este informe, personal de Sernageomin efectuó una visita al territorio en enero de 2012, dando cuenta de antecedentes que ya en aquel momento evidenciaban la importancia de preservar el Campo Dunar, ya sea por su declaración de Santuario de la Naturaleza, pero también por el de Geositio.

En diciembre de 2011, la Sociedad Geológica de Chile declaró Geositio a las dunas, en consideración a que la dimensión del lugar era desconocida y debía ser identificada por la comunidad geológica. Esto, debido a que su preservación "contribuirá a la difusión de los valores de la ciencia geológica en el país, y a preservar, para generaciones futuras, sitios importantes para la ciencia, la cultura y la sociedad", según el informe.

Otro de los antecedentes que da soporte a la tesis de Sernageomin sobre la protección de las dunas, dice relación a una serie de estudios que indican que su preservación tiene un importante interés geológico, hidrogeológico, hidrológico y geomorfológico.

Esto, debido a que constituyen registro de su evolución y de las variaciones de la línea de costa, del nivel el mar y del clima durante el Holoceno y Pleistoceno, así como de registro paleosísmico aún no bien estudiado.

En ese sentido, el Servicio de Geología y Minería expuso el año 2012 que el Campo Dunar es una barrera natural ante la acción marina hacia el continente, pues "cortan el viento hacia sectores deprimidos, protegiendo a la población".

Pero también es una barrera natural para el ingreso del agua salada al continente, situación que facilita la creación de ecosistemas favorables al desarrollo de la flora y fauna continentales en esta zona costera de la región de Valparaíso.

Pero más allá de la importancia de proteger y preservar este sitio declarado tanto Santuario de la Naturaleza como Geositio, el informe de Sernageomin también menciona otro estudio desarrollado con anterioridad (2005), el cual afirma que las dunas comprenden una zona de alto peligro a remociones en masa no canalizadas, debido a que "su falta de cohesión posibilita la generación de deslizamientos y flujos de arena, y donde la pendiente topográfica no es relevante".

De igual forma, dicho estudio elaborado hace 18 años atrás por L. Lépez también sostiene que "la compresibilidad del Campo Dunar es mala y ante cargas sufre asentamientos diferenciales, por lo cual carece de propiedades como suelo de fundación, siendo incapaz de sostener edificaciones".

De hecho, el catastro de dicho estudio da cuenta de varios eventos históricos de remociones en masa no canalizadas en el sector dunar o en sus cercanías, tal como se puede apreciar en esta gráfica obtenida desde el informe del 2012 de Sernageomin.

En consecuencia a todos estos antecedentes, el informe de hace 11 años, elaborado por el Servicio Nacional de Geología y Minería de nuestro país da cuenta que la intervención del Campo Dunar de Concón, con la construcción de edificios en altura, puede afectar de diferentes maneras a este espacio declarado Santuario de la Naturaleza.

En primer lugar, Sernageomin advirtió en su momento que las construcciones en altura pueden provocar la reactivación de los procesos eólicos, como se verificó hace 11 años en el sector de Bosques Montemar, en Concón.

A ello agregan la inestabilidad de los terrenos, debido a la mayor carga que significa la construcción de edificios y a la remoción de arenas. De igual forma, se hace mención a la inestabilidad de los terrenos, producto –también– de la mayor carga que significa la construcción de edificios y a la remoción de arenas en el Campo Dunar.

También se habló en el informe acerca de la activación de la erodabilidad de los frágiles suelos por pérdida de la capa natural protectora y a la alteración de un área con un alto interés científico, hidrogeológico e hidrológico y geomorfológico.

Otra de las conclusiones que arroja el informe revela el deterioro y erosión en las etapas de construcción y urbanización del lugar, producto del tránsito de vehículos pesados. Y, finalmente, advirtieron del peligro de remociones en masa en el acantilado costero, debido a las obras de construcción y urbanización.

Vale tomar en consideración que el objetivo central del informe elaborado hace más de una década era entregar información técnica que diera cuenta del estado de conocimiento geológico y geomorfológico de las dunas de Concón; esto, con la finalidad de dar respuesta a las solicitudes planteadas en aquel momento y que hoy, 11 años después de entregado el documento, se mantienen igual de latentes.

PURANOTICIA