Sábado 28 de mayo de 2016 14:29

Así es el interior del peor hospital que hayas visto y que funciona todos los días

La triste realidad de Venezuela en fotos que muestran el dolor y la desolación.

La fotógrafa Meridith Kohut, del New York Times, ha retratado la terrible crisis hospitalaria que azota a Venezuela.

 

En uno de los países con las reservas de petroleo más grandes del mundo, el estado se encuentra en una severa crisis, producto de una mala administración y de un sistemático boicot internacional e interno.

 

La falta de energía, la escasez de alimentos, la violencia creciente, la inflación galopante que los está llevando a romper récords. Todas las noticias que vienen de Venezuela, pintan la imagen de una sociedad en descomposición.

 

Esta fotógrafa ha retratado un aspecto desgarrador: el cáos y la decadencia en el sistema de salud. La fotógrafa se adentró hospitales de las ciudades de Mérida y Barcelona, para registrar el estado desolador en el que conviven médicos y pacientes por igual.

 

Ante la escasez de productos de primera necesidad, como agua y jabón, los doctores no pueden lavarse las manos y la camilla donde te operarán, está cubierta por capas de sangre marrón.

 

Los apagones de energía dejan a menudo sin electricidad a los respiradores de la guardia maternal, por lo cual la muerte de recién nacidos es algo habitual en estas ciudades. Los doctores a menudo intentan mantener a los bebés con vida, mediante respiración boca a boca.

 

Rosa Parucho, una señora de 68 años y diabética, estaba en su camilla de hospital, ojos en blanco, pies "negros como la noche". A punto de morir por shock séptico. Todo porque la máquina que le debía hacer un diálisis renal, estaba descompuesta.

 

A menudo, las medicinas contra el cáncer solo se consiguen en el mercado negro. Encontrar todo tipo de medicamentos es un desafío, y muchos enfermos que padecen chagas o cáncer viven al día, dependiendo de un proveedor del mercado negro, o rogando que las reservas de su medicina no se terminen en el lugar que viven.

 

"Es como algo del siglo XIX", dijo el Dr. Christian Pino, uno de los cirujanos de uno de los hospitales de Mérida.

A menudo los pacientes duermen en el suelo y al no tener computadoras, muchos pacientes tienen que escanear los resultados de sus exámenes con sus teléfonos, y luego llevarlos a un doctor.

 

Entre los casos más extremos está el hospital Luis Razetti de Barcelona. En abril las autoridades arrestaron a su director, acusado de robarse un equipo que iba dirigido al hospital.

 

Los pacientes se ven obligados a traer todos los insumos desde su casa, desde gasas hasta antibióticos y desinfectantes.

 

Nadie sabe hasta qué punto llegará la situación, pero cada día se agrava.

AYAYAY.TV

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