Lunes 23 de noviembre de 2020 12:06
La columna de Sergio Romero: "La verdad de un relato"
La revisión del camino y cómo se gestó la construcción de los Hospitales Bi-Provincial de Quillota-Petorca y el anhelado Hospital de Marga-Marga.
POR: SERGIO ROMERO
La construcción del Hospital Quillota Petorca está en su etapa final y su puesta en marcha se hará por tanto efectiva con la habilitación de un equipamiento quirúrgico y dependencias médicas.
Un sueño largamente anhelado y una aspiración que se concreta.
Fueron muchos años de una extraordinaria lucha que se inicia prácticamente en la década de los años noventa y luego en primera década del presente siglo y en donde hubo ilusiones y frustraciones que hacen más valiosa aún su realización.
Recordemos sus inicios.
La Corporación de amigos del Hospital San Martín de Quillota, cuya construcción remonta a 1870, y su Dirección, lograron a inicio de los años noventa hacer realidad una importante campaña para dotar de mejores camas para los enfermos, a través de las donaciones que generosamente los vecinos y dirigentes concurrimos a su mayor éxito, que fue a no dudarlo, el incentivo a aspirar a empresas mayores.
En las largas y nocturnas reuniones de la Corporación, que permitían una participación de todos quienes deseábamos apoyar una mejor atención del antiguo hospital Sn Martín de Quillota, que cada día se hacía más compleja y difícil, pese a la dedicación de las distintas direcciones, médicos, enfermeras y asistentes, surgió la idea que hoy se concreta.
La antigüedad de más de un siglo de vida y natural desgaste de sus instalaciones físicas que se prolongaban mucho más allá de la vida útil que se había considerado en sus inicios, nos llevaron a impulsar una iniciativa muy desafiante, de tener un nuevo Hospital que no sólo sirviera a la Provincia de Quillota, sino que también fuera receptora de la atención de los habitantes y vecinos de la Provincia de Petorca.
El desafío estaba planteado y luego de ingentes campañas de persuasión a las autoridades de Salud, Hacienda y Gobierno, logramos incluir en los proyectos de construcción hospitalaria el Biprovincial Quillota-Petorca y luego el de Marga Marga, que finalmente conseguimos se estableciera en Villa Alemana luego de otra ardua batalla, ya que habían otras legítimas miradas comunales. Su ubicación colindante al Troncal Sur, facilitará la atención de las otras comunas de Quilpué, Limache y Olmué que conforman con Villa Alemana la provincia de Marga Marga con una población superior a 500.000 habitantes y una superficie edificante de 75.000mc, y que se convertiría el año 2023, fecha de su terminación, en el hospital más grande de la V Región, que ahora inicia su partida.
El Hospital Biprovincial Quillota-Petorca tendrá más de 70.000 mc y favorecerá a más de 320.000 personas que viven en La Calera, La Cruz, Hijuelas, Nogales, Quillota, Petorca, La Ligua, Cabildo, Zapallar, Papudo y su costo se eleva de los 100 millones de dólares y contará con sistemas antisísmicos y su diseño permitirá la adaptación de las más modernas tecnologías en nueve box de Urgencias, Unidades de Salud Mental, hospitalización, Medicinas Ambulatorias en seis pisos habitables, jardín infantil, auditorio, helipuerto y un estacionamiento para más de 500 vehículos.
Los miles de vecinos de Petorca y Quillota que nos acompañaron en la memorable Campaña Pública con sus firmas a Gerti Speringer de Riegel, Presidenta de la Corporación de Amigos del Hospital de Quillota, al Diputado Alfonso Vargas y a mí como Senador, por la construcción de este hospital, tendrán la misma satisfacción que hoy tenemos todos quienes acariciamos esta especial iniciativa.
Los medios de comunicación escritos y radiales, la Cruz Roja, las Municipalidades de las diversas Comunas y quienes aportaron en hacer realidad este largo sueño, también tienen un lugar importante en este reconocimiento.
En definitiva, los verdaderos actores de estos Hospitales son los habitantes de la V Región que, a través de un respaldo, hicieron posible que hoy día este sueño sea una viva realidad. La misma que comparten los habitantes de Aconcagua que, también al inicio de los años 90 vieron materializado el Hospital de San Felipe y las obras complementarias del de los Andes.
Me parece de la mayor equidad y justicia destacar este esfuerzo conjunto de todos, en obras reales que, a veces, se ven distantes como en las horas actuales, cuando se duda de todo y la distancia entre representantes y representados no corresponde a nuestra tradición democrática y lo que sucedió no hace tantos años.
PURANOTICIA