Duras penas de cárcel para acusados por loteos brujos en Coquimbo y La Serena

El Tribunal Oral Penal de La Serena sentenció a Ximena Alicia Burdiles Mohr y Juan Manuel Miranda Carmona a un total de 20 y 13 años de cárcel, respectivamente, en calidad de autores de los delitos de loteos irregulares y estafa reiterada en perjuicio de cientos de personas que pretendían construir sus casas.

También sentenció al abogado Flavio Jaime Gómez Pizarro a 4 años de presidio por los loteos irregulares mas 4 años por estafa, además de multas, como cómplice en la venta de terrenos en los sectores de Pelícana y El Romero en la comuna de La Serena, y Pan de Azúcar y Santa Filomena, en la comuna de Coquimbo, ilícitos perpetrados entre 2013 y 2015.

La mujer fue encontrada culpable de 6 loteos irregulares más 5 estafas reiteradas contra las víctimas de 5 hechos; mientras que el coautor fue sentenciado por 4 casos de loteos irregulares más 3 estafas reiteradas en 3 hechos. El abogado cómplice, en tanto, fue encontrado culpable de 5 casos de loteos irregulares más 5 estafas.

La principal acusada fue sentenciada a 10 años de presidio por el delito de loteos irregulares más otros 10 años por las estafas, y el coautor a 5 años por los loteos irregulares más otros 8 años por estafas. Además, fueron sentenciados al pago de multas.

En el juicio, que se extendió por 82 días, expusieron más de 200 testigos, una decena de peritos y se presentaron más de 1.200 pruebas documentales, además de pruebas gráficas, de audio y fílmicas.

El tribunal adquirió la convicción, más allá de toda duda razonable, que los acusados Burdiles Mohr y Miranda Carmona procedieron a adquirir terrenos agrícolas y gravados con la prohibición de cambio de uso de suelo. Luego, los lotearon y pusieron en venta, celebrando para ello diversos actos jurídicos tales como promesas de compraventa, compraventas y sesiones de derecho, para lo cual contaban con la asesoría legal del abogado Gómez Pizarro.

El dictamen agrega que los acusados Burdiles Mohr y Miranda Carmona no sólo constituyeron sociedades con un objeto preciso y determinado en el rubro inmobiliario, sino que además establecieron una oficina céntrica en La Serena, también instalaron centro de ventas en uno de los terrenos que ofertaban, contando con un grupo humano de trabajadores, desde secretaria, topógrafo, contador y vendedores.

Además, efectuaron "un despliegue comercial importante, tanto en redes sociales como en prensa escrita con un determinante y atractivo visual, todo lo cual sin duda creaba una apariencia externa que daba sustento a las manifestaciones verbales de los autores del delito, pues estos mismos eran los que los atendían, ya sea en terreno o en las oficinas".

Asimismo, a los estafados les entregaban información sobre el supuesto proyecto habitacional que ofertaban, "exhibiéndoles planos e imágenes que en todo caso ya se contenían en la publicidad; le mostraban y recorrían los terrenos asegurándole los servicios que prestarían, para citarlos luego a una notaría pública donde suscribían los contratos confeccionados por el asesor legal".

PURANOTICIA