Miércoles 7 de julio de 2021 23:45
Advierten que en Valparaíso podría ocurrir algo similar al derrumbe de edificio en Miami
Arquitecto UPLA subraya que mayor riesgo está en cerros y quebradas, donde hay autoconstrucción que no considera mejoramiento de suelos ni construcción de muros de contención.
A la espera de conocer las consecuencias que el huracán Elsa deje en la costa noroeste de Florida y tras conocerse la visita que el presidente Joe Biden y su esposa Jill hicieron al memorial en honor a las víctimas de Surfside, donde se desplomó parte de un edificio de departamentos, continúan las investigaciones para precisar las causas de lo sucedido. Una noticia que impactó, especialmente por sus consecuencias: 117 personas desaparecidas y 28 cuerpos encontrados.
A propósito de este hecho, el doctor Marco Muñoz, académico de la Facultad de Arte de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), se refirió a si es posible que en Valparaíso ocurra algo similar. Su respuesta es inquietante.
"Sin ninguna duda, me atrevo a afirmar que en una ciudad como Valparaíso estamos expuestos a situaciones como la que ocurrió en Miami. No tan solo relacionada con edificaciones, sino además con todo tipo de construcción, fundamentalmente muros de contención, que son uno de los elementos más utilizados en los cerros para dar cabida a superficies horizontales donde levantar las edificaciones y a espacios de conectividad, como escaleras y vías peatonales y vehiculares", dice.
Precisa que un factor muy importante que genera riesgo de colapso tiene que ver con las instalaciones relacionadas con la dotación de agua potable y la evacuación de aguas servidas. En algunos casos, son obras muy antiguas que, producto de filtraciones, debilitan la compacidad del terreno, provocando asentamientos, fracturas o desplazamientos que afectan directamente las edificaciones y todo tipo de construcción, las que incluso pueden llegar a colapsar. Advierte que la situación de mayor riesgo está en los cerros y, principalmente, en las quebradas, donde existe mucha autoconstrucción que no considera las debidas prospecciones y, muchas veces, tampoco los mejoramientos de suelos, construcción de muros de contención.
¿Y la recepción municipal garantiza seguridad de las construcciones? Muñoz precisa que los profesionales que patrocinan los proyectos autorizados por las direcciones de Obras de los municipios lo hacen bajo las disposiciones consignadas en la Ley y la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones y, en tal sentido, son recepcionadas y es autorizada su operación. Sin embargo, a su juicio, el problema no radica en la otorgación de permisos o resoluciones de recepción, sino en que hay mucha construcción de viviendas y reparaciones de edificaciones sin permiso y ubicadas en lugares de riesgo.
En el caso de las edificaciones en la Zona UNESCO y de amortiguación inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial, existe un vacío debido a que no hay una Ley que se pueda aplicar respecto a procesos de mantenimiento. En estos casos, la responsabilidad recae directamente en los propietarios y, ni la inscripción ni el cuerpo normativo considera algún tipo de subsidio que les permita mantenerlas. Pero eso no es todo.
DEUDA DEL ESTADO
El profesional recordó que el Estado tiene un compromiso que va a cumplir 20 años sin ser resuelto. Esto es contar con un marco normativo adecuado; un plan de manejo del sitio que oriente una gestión de conservación adecuada; documentar los bienes inmuebles, los espacios públicos y los distintos tipos de construcción existentes en la ciudad, todo ello expresado en registros, inventarios y catálogos recomendados por distintos organismos internacionales. Subraya que, además, falta identificar las situaciones de riesgos e incorporar al plan de manejo un plan de gestión de esos riesgos y contar con instrumentos de planificación e instrumentos normativos adecuados.
"Es necesario educar para que todos seamos capaces de hacernos cargo de lo que somos, de lo que tenemos, de lo que queremos ser y de lo que queremos tener como sociedad, como comunidad. No culpar permanentemente a otros, cruzar la vereda de las responsabilidades; con objetivos comunes, trabajar unidos y coordinados por aquello que merece ser heredado. No porque nos pertenezca, el patrimonio no tiene dueños, el patrimonio se cuida para uso y goce de las próximas generaciones. Y esto se hace entre todos y para todos", concluye.
PURANOTICIA