Lunes 17 de agosto de 2015 10:48
El ejercicio físico aumenta la supervivencia de pacientes con cáncer de mama
Especialistas aseguran que la actividad física estimula y potencia el sistema inmune, reduciendo la inflamación y potenciando el sistema cardiovascular de las pacientes que sufren cáncer de mama.
El ejercicio físico aporta numerosos beneficios a las pacientes con cáncer de mama, como el aumento de la supervivencia, la reducción del riesgo de recaída y el control del peso, tal y como ha afirmado Laura García, la responsable de la Unidad de Mama del Centro Integral Oncológico Clara Campal HM (CIOCC) de Madrid, España.
En este sentido, García ha señalado que "el ejercicio físico estimula y potencia el sistema inmune, reduciendo la inflamación y potenciando el sistema cardiovascular. Desde el punto de vista psíquico y relacionado con muchos factores, como la liberación de endorfinas, el deporte produce sensación de bienestar".
También ayuda a evitar el sobrepeso, lo que favorece la salud en general. El exceso de peso genera estrógenos, unas hormonas que pueden servir de "alimento" al tumor en algunos casos. El ejercicio físico permite mantenerse en el peso ideal, aunque si se engorda, lo mejor es consultar al especialista.
Actualmente, la doctora García está realizando un estudio intervencional del ejercicio físico en el tratamiento neoadyuvante del cáncer de mama triple negativo, con el objetivo de descubrir "el efecto del ejercicio físico en determinadas vías metabólicas durante el tiempo que las mujeres reciben un tratamiento con quimioterapia", ha explicado.
Mínimo tres veces por semana
La doctora García ha recomendado que las pacientes elijan el deporte que más les guste, aunque deben hacer ejercicio al menos tres veces a la semana. Aún así, si el tratamiento provoca cansancio o malestar, habrá que dosificar las sesiones. "Cuando el cansancio disminuya, puede intentar pasear y recuperar algo de actividad", ha aconsejado García.
La situación es distinta para las personas que no han practicado deporte antes, a las que les será más complicado adaptarse a una rutina de ejercicio físico. Por ello, García ha recomendado contratar a un entrenador personal o apuntarse a clases colectivas durante los primeros meses hasta adquirir la autonomía y el "enganche" necesario para continuar haciendo ejercicio de forma independiente.
El deporte debe combinarse con una dieta equilibrada y García ha desmentido el mito de que hay alimentos que favorecen la aparición del cáncer de mama. "En el cáncer de mama no hay ningún alimento prohibido. Lo recomendable es la dieta mediterránea de toda la vida", ha señalado.
La doctora García ha explicado que, aunque no hay ningún ejercicio contraindicado, las mujeres que lleven un 'porthacat' deben tener cuidado con los deportes de contacto. Por otro lado, las pacientes con linfedema también deben realizar ejercicios específicos indicados por el especialista tras la cirugía.
Pn/fg
AGENCIA UNO.