Lunes 18 de noviembre de 2019 11:00

La columna de la senadora Isabel Allende: Humedales, un tesoro que conservar

Legisladora socialista por la región de Valparaíso señaló que la humanidad ha destruido más del 64% de los humedales del planeta en el último siglo.

Columna de opinión: Senadora Isabel Allende Bussi, presidenta de la Comisión de Recursos Hídricos del Senado.

El mundo atraviesa una grave crisis ambiental. Chile, por su parte, atraviesa una grave crisis social y parte de ella es ecológica, en un país donde existen zonas de sacrificio como Quintero, Puchuncaví y Concón, y donde la ley permite que la minería pueda destruir parques nacionales o glaciares, y donde no existe el derecho humano al agua. Lo que demanda la ciudadanía, es un trato más justo para las personas y para el medio ambiente.

Es por ello que en el Senado y junto al senador Alfonso de Urresti hemos impulsado -desde el año 2017- un proyecto de ley de humedales urbanos, que ya ha sido aprobado por el Congreso Nacional, y estamos a la espera de su promulgación para que sea ley de la República.

Este proyecto surgió frente al hecho de que nuestra ley ambiental está incompleta, dado que el Ministerio de Medio Ambiente no cuenta con un servicio profesional dedicado al cuidado de la flora y fauna. Es decir, la ley de humedales nace ante la ausencia de una ley marco de biodiversidad: la protección de los humedales urbanos y los servicios que estos ecosistemas nos proveen no pueden seguir esperando una ley de biodiversidad para su protección.

La ciencia es clara al respecto: los humedales son un ecosistema vital para el planeta. Como su nombre lo dice, se trata de ecosistemas "húmedos", es decir, que pasan inundados con agua de forma permanente o intermitente según la temporada. Los humedales son de importancia mayor, no sólo porque son lugares muy ricos en biodiversidad, sino también porque proveen de funciones de apoyo y productos esenciales para las comunidades humanas. Tanto es así que los humedales nos entregan agua, alimentos, protección contra plagas y enfermedades, además de recreación y turismo.

Nuestra región de Valparaíso atraviesa una grave crisis hídrica y por lo tanto el rol de los humedales en torno al agua es crucial. Justamente hace poco se publicó un estudio de la Fundación Chile que analiza los escenarios hídricos y uno de los aspectos que más se releva es la necesidad de conservar y potenciar las soluciones basadas en la naturaleza, como la protección de humedales, glaciares y acuíferos, ya que son nuestros "embalses naturales".

Los humedales nos permiten protegernos contra el cambio climático y la sequía, pues posibilitan reponer las napas subterráneas, depuran las aguas, estabilizan las costas y las protegen contra las marejadas.

Lamentablemente, los humedales por muchos años fueron considerados, equivocadamente, como lugares improductivos e incluso insalubres, a los que era mejor drenar para convertirlos en campos de cultivo, represas, terrenos urbanos u otros de uso tradicional.

Por eso, tristemente, la humanidad ha destruido más del 64% de los humedales del planeta en el último siglo. Nuestro país tiene cerca de 4,5 millones de hectáreas de humedales, pero casi todos carecen de protección legal.

En la región de Valparaíso no sólo es importante apoyar la Ampliación del Santuario de la Naturaleza del Humedal de Tunquén -que espero que este gobierno apruebe- sino que es importante avanzar en la protección de todos los humedales urbanos que se exponen a secado e impermeabilización. Asimismo, existen muchos otros sectores a proteger, como El Humedal de Mantagua, así como el Humedal del Sector Norte de Quilpué.

En la zona urbana de la ciudad de San Antonio, en terrenos ahora portuarios e inmediatamente al norte de la desembocadura del Río Maipo, existen tres cuerpos de agua, humedales conocidos como Laguna Llolleo y popularmente como Ojos de Mar: éstos son un importante sitio de nidificación y alimentación a varias especies de aves acuáticas residentes.

Debemos proteger este humedal que se encuentra amenazado por la construcción del megapuerto o puerto a gran escala, ya que se busca rellenar todo el área sur de para dar paso a estacionamiento de camiones y contenedores.

La importancia de los Ojos de Mar es que es uno de los pocos humedales de la zona central de Chile que siempre conserva agua cuando otros se secan y por lo tanto, más que destruir este humedal urbano, debe ser conservado como se hace en países desarrollados.

La Ley de Humedales Urbanos que el Congreso Nacional ha aprobado obligará a que se haga una evaluación de impacto ambiental a aquellos proyectos que puedan afectar a estos ecosistemas, y además, obligará a los municipios que tengan humedales en su territorio a dictar una ordenanza para el cuidado de estas áreas.

En definitiva, se trata de un paso más, pero que es aún insuficiente si no contamos con una Ley de Biodiversidad. Por lo mismo, exhorto al gobierno que pueda apoyar esta ley de humedales urbanos y avanzar en la ley de biodiversidad de cara a la COP25, que aunque ya no será en Chile y se realizará en Madrid, de igual forma se espera que Chile juegue un rol fundamental al mantener la presidencia de este importantísimo evento.

En colaboración con José Luis Brito M., director del Museo de Historia Natural de San Antonio.

PURANOTICIA

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