Viernes 2 de julio de 2021 15:41
Tras descubrimiento de tumbas anónimas de niños indígenas en Canadá: Queman iglesias y derriban estatuas de las reinas Victoria e Isabel II
Este jueves, una conocida estatua de la reina Victoria de Inglaterra (1819-1901) fue derribada de su pedestal frente al parlamento de Winnipeg, capital de la provincia de Manitoba, en el centro del país.
Primero fueron algunas iglesias, ahora son estatuas de las reinas de Inglaterra. El reciente descubrimiento en Canadá de la muerte de centenares de niños indígenas que durante décadas fueron enviados a internados gestionados por la Iglesia católica ha llevado a manifestantes a descargar su ira en contra de símbolos de instituciones representativas de la era cuando se aplicaron políticas de asimilación forzosa de los menores aborígenes.
Este jueves, una conocida estatua de la reina Victoria de Inglaterra (1819-1901) fue derribada de su pedestal frente al parlamento de Winnipeg, capital de la provincia de Manitoba, en el centro del país.
Los manifestantes también tumbaron una estatua más pequeña de la actual soberana británica, Isabel II, que se encontraba en un lugar cercano.
Medios locales afirman que la policía usó una pistola paralizante para detener a un manifestante en el lugar de la protesta que, en general, fue pacífica.
El derribo de las estatuas se produjo en la fecha de la conmemoración anual del día de Canadá, el 1 de julio, que fue fijada para recordar la fundación del país en 1867, cuando tres colonias británicas de América del Norte se unieron para establecer una confederación.
Los manifestantes también tumbaron una estatua de la reina Isabel II.
La estatua de la reina Victoria fue derribada durante una manifestación realizada el día que se conmemoraba el día nacional de Canadá.
Tras el descubrimiento reciente de tumbas no señalizadas en las que estaban enterrados cientos de niños aborígenes que habían sido recluidos en internados, muchas voces pidieron suspender este año la celebración del día nacional.
Este jueves, también se produjo un incendio en una iglesia católica en la localidad de Monriville y, la semana pasada, otros cuatro templos fueron quemados en comunidades indígenas en el occidente de Canadá.
El gobierno británico condenó el derribo de las estatuas.
"Obviamente condenamos cualquier daño a estatuas de la Reina", dijo un portavoz. "Nuestros pensamientos están con la comunidad aborigen de Canadá tras estos descubrimientos trágicos. Estamos siguiendo esto de cerca y nos mantenemos en contacto con el gobierno de Canadá sobre los temas relacionados con los indígenas"
Más de 150.000 niños indígenas de Canadá fueron separados de sus familias y forzados a asistir a internados durante los siglos XIX y XX, con el objetivo de forzar su asimilación en la sociedad.
Se estima que unos 6.000 niños murieron mientras asistían a estas escuelas. Con frecuencia, los pequeños eran alojados en edificaciones mal hechas que no contaban con una calefacción ni con instalaciones sanitarias adecuadas.
Las condiciones en las que que vivían los niños indígenas en los internados eran atroces.
Numerosos municipios de todo Canadá cancelaron los festejos del día nacional y también hubo estatuas de personalidades que estuvieron vinculadas con los internados que fueron dañadas o retiradas.
En Winnipeg, miles de personas marcharon por las calles para honrar a las víctimas de los internados y para mostrar su apoyo a las comunidades indígenas.
Un grupo de manifestantes acudió hasta la sede del Poder Legislativo de Manitoba como parte de su protesta por la muerte de los menores.
Internados y colonialismo
La reina Victoria estaba en el trono cuando se fundó Canadá pues su reinado se extendió desde 1837 hasta su fallecimiento en 1901. La corona británica negoció acuerdos con los pueblos aborígenes de Canadá, cuyo gobierno adoptó la política de las escuelas residenciales durante su mandato.
Durante la protesta en Winnipeg, la estatua de la reina Victoria fue cubierta de pintura roja.
El surgimiento de nueva información sobre los malos tratos que durante décadas recibieron los niños indígenas enviados a internados en Canadá ha impulsado las protestas.
Belinda Vandenbroeck, una sobreviviente de uno de estos internados, le dijo a la cadena canadiense CBC que ella no sentía ningún remordimiento por el derribo de la estatua, en el cual ella no había tomado parte.
"Ella (la reina Victoria) no significa nada para mi excepto que sus políticas y su colonialismo es lo que nos está rigiendo ahora mismo en este minuto mientras estamos hablando", dijo.
Ataques contra Iglesias
Recientemente siete templos católicos han sido víctimas del fuego en comunidades pertenecientes a los pueblos indígenas de Canadá, según informó la cadena CBC.
La iglesia de Monriville, destruida el jueves, era un templo centenario.
Solamente la semana pasada, hubo cuatro iglesias destruidas.
El sábado pasado, se produjeron incendios en la iglesia Santa Ana y en la iglesia Chopaka, ubicadas a una hora de distancia entre sí en la Columbia Británica.
La policía informó que ambos edificios quedaron completamente destruidos y que estaban tratando los incidentes como sospechosos.
Otras dos iglesias sufrieron incendios en esa misma provincia el lunes anterior, cuando se conmemoraba el día nacional de los pueblos indígenas de Canadá.
Durante el último año, en manifestaciones en todo el mundo en contra de la injusticia racial se han producido ataques en contra de símbolos del imperialismo, del colonialismo y de la esclavitud.
Ese tipo de protestas se multiplicaron luego de la muerte a manos de un policía blanco del afroestadounidense George Floyd en mayo de 2020.
El año pasado en Estados Unidos varias estatuas de destacados líderes de la Confederación y de propietarios de esclavos fueron derribadas y atacadas, generando un debate intenso sobre si este tipo de monumentos deberían ser preservados.
De forma similar, en Reino Unido, manifestantes del movimiento Black Lives Matter echaron abajo una estatua del comerciante de esclavos Edward Colson y la lanzaron a la bahía durante una protesta en la ciudad de Bristol.
PURANOTICIA // BBC MUNDO