Lunes 22 de febrero de 2021 23:20
El día que Donald Trump le ofreció a Kim Jong-un llevarlo a casa en el Air Force One
La segunda cumbre de Trump con Kim Jong-un, celebrada en Hanói (Vietnam), no salió según lo planeado. Cuando fracasaron las negociaciones sobre el programa nuclear de Corea del Norte.
Las reuniones de Donald Trump con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, se encuentran entre los momentos más llamativos de su presidencia.
En la serie producida por la BBC llamada Trump Takes On the World (Trump conquista al mundo), bajo la dirección de Tim Stirzaker, se descubrieron nuevos detalles sobre cómo se desarrollaron esos encuentros.
Lo que ellos vieron sorprendió incluso a los diplomáticos más experimentados, sobre todo cuando Trump le ofreció al dictador norcoreano llevarlo a casa en el Air Force One, el avión presidencial de Estados Unidos.
La segunda cumbre de Trump con Kim Jong-un, celebrada en Hanói (Vietnam), no salió según lo planeado. Cuando fracasaron las negociaciones sobre el programa nuclear de Corea del Norte, Trump se marchó abruptamente y dijo a la prensa: "A veces hay que caminar".
Pero antes de partir, el entonces presidente de Estados Unidos le hizo una oferta asombrosa a Kim.
Matthew Pottinger, el principal experto en Asia del Consejo de Seguridad Nacional de Trump dijo: "El presidente Trump le ofreció a Kim llevarlo a casa en el Air Force One. El presidente sabía que Kim había llegado en un viaje en tren de varios días a través de China hasta Hanói y el presidente dijo: 'Puedo llevarte a casa en dos horas, si quieres'. Kim se negó".
Un 'error espontáneo'
La oferta de un viaje de regreso a casa fue una de las muchas sorpresas de una relación improbable entre los dos hombres que comenzó en Singapur cuando, como dijo John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca "Trump pensó que tenía un nuevo mejor amigo".
John Bolton afirma que la cancelación de los ejercicios militares con Corea del Sur fue "una concesión por la que no obtuvimos nada a cambio".
Allí, Trump hizo otro gesto que sorprendió a su propio equipo, cuando accedió a la solicitud de Kim de cancelar los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur.
"Kim Jong-un, como había hecho muchas veces en el pasado, se quejó de los grandes ejercicios conjuntos entre las fuerzas de Corea del Sur y las estadounidenses, que habían estado ocurriendo en la península de Corea durante más de 60 años", contó Bolton a la BBC.
"Trump, de la nada, dijo: 'Voy a cancelar los juegos de guerra [como los llamó]. No hay necesidad de ellos, son caros y te harán feliz'. Yo no lo podía creer. (El secretario de Estado) Pompeo, (el jefe de gabinete) Kelly y yo estábamos sentados en la habitación con Trump y no fuimos consultados. Eso simplemente salió de la mente de Trump. Fue un error espontáneo. Fue una concesión por la que no obtuvimos nada a cambio", agregó el exasesor de la Casa Blanca.
El mensaje secreto de Trump a Kim
El hecho de que la reunión entre ambos líderes se produjera fue una sorpresa para muchos.
Solo unos meses antes, Trump había estado llamando a Kim "Rocket Man" (hombre cohete) y había amenazado a Corea del Norte con "fuego y furia".
En su dicurso ante la ONU en 2017, Trump se refirió a Kim Jong-un como el "hombre cohete".
Jeff Feltman, subsecretario general de Asuntos Políticos de la ONU, describe cómo en el apogeo de la crisis entregó un mensaje secreto de Trump a Kim en el que ofrecía una reunión.
Feltman había sido invitado a Pyongyang por los norcoreanos, pero el Departamento de Estado de Estados Unidos le había dicho que no creían que fuera una buena idea que fuera. Sin embargo, unas semanas después, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, visitó la Casa Blanca.
"Estaban comparando notas sobre lo que estaba sucediendo, lo que podría ser posible, qué tan peligroso era, qué tan probable sería una respuesta militar, todo ese tipo de cosas. Y el secretario general Guterres le dijo al presidente Trump: 'Jeff Feltman tiene esta extraña invitación a ir a Pyongyang y liderar un diálogo político con los norcoreanos", contó Feltman.
"Y Trump se inclinó hacia él y dijo: 'Jeff Feltman debería ir a Pyongyang y Jeff Feltman debería decirles a los norcoreanos que estoy dispuesto a sentarme con Kim Jong-Un", agregó.
Feltman rechazado en Pyongyang
Cuando Feltman fue a Pyongyang destacó ante los norcoreanos la gravedad de la situación. Nos dijo: "El mensaje principal que traté de transmitir, y esto fue en respuesta a sus argumentos sobre la necesidad de la disuasión, es que lo que ven como disuasión puede provocar la misma guerra que creen que están disuadiendo".
El funcionario de la ONU solicitó una reunión en privado con el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte para transmitir el mensaje secreto de Trump.
Para Corea del Norte, su programa nuclear tiene un poder disuasorio.
"Hubo un poco de silencio antes de que el ministro de Relaciones Exteriores dijera: 'No le creo, por qué debería creerle'. Y le dije: 'Mira, no le estoy pidiendo que me crea. Lo que le estoy diciendo es que a la ONU se le encomendó traer un mensaje del presidente Trump; yo soy el portador de ese mensaje", recordó Feltman.
"Fui a Pyongyang profundamente preocupado por la sensación de que la guerra era inminente. Salí de Pyongyang aterrorizado de que lo que realmente arriesgáramos fuera una guerra accidental", añadió.
Trump deja atónito al embajador de Corea del Sur
Kim no respondió directamente al mensaje de Trump, pero meses después dijo a los surcoreanos que estaba listo para reunirse con el presidente de Estados Unidos. El asesor de seguridad nacional de Corea del Sur se apresuró a ir a la Casa Blanca para dar la noticia.
Según el ex asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, H.R. McMaster, el embajador de Corea del Sur se sorprendió cuando Trump aceptó reunirse con Kim Jong-un.
El entonces asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, H.R. McMaster, describe el momento en que Trump dijo "sí" a una reunión: "El embajador Chung casi se cae de su silla porque pensó que iba a ser difícil que aceptara".
Como muchos en la Casa Blanca, McMaster tenía serias reservas sobre reunirse con Kim pero, como ocurre con gran parte de la política exterior de Trump, el presidente iba a hacerlo a su manera.
Como dice McMaster: "Sentí que sería mejor dejar que Kim Jong-un sintiera la presión un poco más. Pero, por supuesto, el presidente no resistiría esa la oportunidad".
PURANOTICIA // BBC MUNDO