Miércoles 26 de mayo de 2021 13:37
Descubren en Galápagos una tortuga que se creía extinta hace más de 100 años
La dirección del Parque Nacional Galápagos (PNG) anunció el hallazgo en la isla Fernandina de una tortuga gigante cuya especie se creía extinguida hace más de un siglo.
Los científicos la apodaron "Fernanda" y su hallazgo representa la mejor esperanza de salvar a su especie de la extinción.
La dirección del Parque Nacional Galápagos (PNG) anunció el hallazgo en la isla Fernandina de una tortuga gigante cuya especie se creía extinguida hace más de un siglo.
La tortuga gigante fue hallada en 2019 en una expedición conjunta de la Dirección del Parque Nacional Galápagos y la organización Galapagos Conservancy, con sede en Estados Unidos.
Análisis genéticos realizados en la Universidad de Yale en Estados Unidos confirmaron ahora que la solitaria tortuga hembra es genéticamente similar a la llamada Tortuga Gigante de Fernandina (Chelonoidis phantasticus), una especie de la que no se reportaban individuos desde hace más de 100 años.
El hallazgo ofrece la posibilidad de restaurar la colonia de tortugas en la isla Fernandina. Y la gran prioridad para los científicos es hallar otros ejemplares en esa misma isla para iniciar cuanto antes un programa de reproducción en cautiverio.
"Queremos desesperadamente evitar el mismo final trágico de Solitario Jorge", señaló a la prensa Danny Rueda, director del Parque Nacional Galápagos.
La célebre tortuga conocida como Solitario Jorge se convirtió en una especie emblemática de las islas Galápagos. Solitario Jorge había sido hallado en 1971 en la isla Pinta. Los esfuerzos por aparearlo con hembras de otra especie genéticamente parecida no dieron resultado, y la tortuga fue el último especimen conocido de la subespecie Chelonoidis nigra abingdoni.
Los científicos esperan evitar que ocurra algo similar con Fernanda.
"Mi equipo y Galapagos Conservancy planeamos una serie de expediciones a la isla Fernandina en el segundo semestre de este año en busca de otras tortugas", afirmó Rueda.
Confirmación genética
Los científicos creyeron desde un principio que la tortuga hallada en 2019 era un ejemplar de la desaparecida Tortuga Gigante de Fernandina.
Muestras de sangre de la tortuga fueron analizadas en la Universidad de Yale para confirmar que se trataba de la especie desaparecida hace más de un siglo.
Para verificar sus sospechas fue necesario que muestras de sangre de la tortuga fueran analizadas por la experta en genética de la Univerisidad de Yale Gisella Caccone y sus colegas.
La científica determinó un parentesco cercano entre el ADN del nuevo ejemplar y el de una Tortuga Gigante macho nativa de Fernandina hallada en 1906 en una expedición de la Academia de Ciencias de California.
"100 años, quizá"
La tortuga hallada en 2019 fue trasladada al Centro de Crianza de Tortugas Gigantes, que el PNG tiene en la isla Santa Cruz, en el centro del archipiélago.
Washington Tapia, director de Galapagos Conservancy en Ecuador, señaló que la tortuga tenía poco peso cuando fue encontrada en su hábitat, pero que ya aumentó de volumen y se encuentra bien de salud, según la agencia EFE.
La tortuga "mide apenas 54 centímetros en el carapacho", señaló Washington Tapia. En la foto se ve a Tapia con la tortuga luego de su hallazgo en 2019.
Tapia es uno de los directores de la Iniciativa de Restauración de la Tortuga Gigante, en la que su organización colabora con la Universidad de Yale.
El experto explicó que Fernanda tiene 60, 80 o "100 años, quizá", ya que es muy difícil calcular la edad de un quelonio.
La tortuga "mide apenas 54 centímetros en el carapacho, lo cual es un tamaño pequeño, en comparación a las más grandes que pueden llegar a medir más de 1,5 metros de longitud".
La forma del carapacho es diferente a de otras especies y muy similar al macho encontrado en 1906.
Reproducción en cautiverio
"Uno de los mayores misterios de Galápagos ha sido la tortuga gigante de la isla Fernandina. El redescubrimiento de esta especie perdida puede haber ocurrido justo a tiempo para salvarla", afirmó James Gibbs, vicepresidente de ciencia y conservación de Galapagos Conservancy y profesor de biología de la conservación en la Universidad Estatal de Nueva York.
"Ahora necesitamos con urgencia completar la búsqueda para encontrar otras tortugas", añadió Gibbs.
Los científicos quieren desesperadamente que la tortuga apodada "Fernanda" no tenga un final similar al de Solitario Jorge, afirmó Danny Rueda, director del Parque Nacional Galápagos.
Hallar compañeros para Fernanda no será fácil.
El paisaje de la isla Fernandina está dominado por un volcán activo que es un desafío para cualquier expedición.
Si se halla un macho será trasladado al igual que Fernanda al centro de crianza en Santa Cruz para poner en marcha un programa de reproducción en cautiverio.
Las crías serían liberadas en un futuro en hábitats seguros de la isla Fernandina.
El icónico Solitario Jorge murió en 2012 sin dejar descendencia.
Extraodinaria diversidad
Las islas Galápagos, situadas a unos 1.000 kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador, fueron declaradas en 1978 como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, gracias a su rica biodiversidad terrestre y marina.
Cerca del 30% de las especies de plantas, 80% de las de aves terrestres y 97% de las especies de reptiles no se encuentran en ningún otro sitio del planeta, señaló Gibbs.
Fernanda fue trasladada al Centro de Crianza de Tortugas Gigantes, que el Parque Nacional Galápagos tiene en la isla Santa Cruz.
En el caso de las icónicas tortugas gigantes, que pueden vivir más de 100 años, múltiples especies evolucionaron en respuesta a las condiciones particulares en la isla en la que viven, lo que generó una gran variedad en términos de tamaños y formas de caparazones.
El Solitario Jorge, por ejemplo, tenía un caparazón tipo montura que le permitía levantar el cuello para alcanzar hojas de arbustos altos para alimentarse.
Carrera contra el tiempo
A pesar de su capacidad de adaptación, las tortugas gigantes de Galápagos no estaban preparadas para enfrentar un nuevo enemigo, el ser humano.
Las poblaciones de tortugas gigantes del archipiélago fueron devastadas en el siglo XIX debido a la explotación por balleneros y bucaneros y la introducción de especies invasoras como cabras. Sin embargo, en el caso de la Tortuga Gigante de la isla Fernandina se cree que la extinción se debió a erupciones volcánicas.
Washington Tapia explorando los terrenos volcánicos de la Isla Fernandina. Los científicos planean expediciones en los próximos meses en busca de otras tortugas.
La población actual de tortugas gigantes en las islas Galápagos representa solamente entre el 10 y el 15% de sus números históricos, estimados entre 200.000 y 300.000 individuos.
¿Será posible evitar que Fernanda tenga el mismo destino que el Solitario Jorge?
Hay esperanzas. Organizaciones de conservación hicieron llamados para recaudar fondos para las nuevas expediciones.
Y excrementos y otras pistas indican que hay al menos otras dos tortugas gigantes en la isla Fernandina.
PURANOTICIA // BBC MUNDO