Lunes 1 de febrero de 2021 11:45
Aung San Suu Kyi, la Premio Nobel de la Paz que fue detenida y enfrenta un golpe de Estado en Myanmar
La activista eligió perder su libertad para enfrentar a los militares que gobernaban con mano dura a su país, pero en los últimos años ha caído en desgracia ante la comunidad internacional.
El Ejército de Myanmar llevó a cabo un golpe de Estado y puso bajo arresto al presidente Win Myint, y a la Premio Nobel de la Paz y líder de facto del país, Aung San Suu Kyi. De esta manera, da otra vuelta de tuerca la vida de que quien alguna vez fuera considerada un faro en la lucha por los derechos humanos en todo el mundo: la activista que eligió perder su libertad para enfrentar a los militares que gobernaban con mano dura a su país, pero que en los últimos años ha caído en desgracia ante la comunidad internacional.
En 1991, la "Dama", como se la apodó, recibió el premio Nobel de la Paz y el comité que le dio el galardón señaló que ella era "un ejemplo extraordinario del poder de los que no tienen poder".
LEER TAMBIÉN: Ejército de Myanmar asume el poder del país y declara estado de emergencia por un año.
Pero desde que se convirtió en la líder de facto de su país, en 2016, y tras la apertura democrática del mismo, Suu Kyi se ha visto condenada por los mismos líderes internacionales y activistas que alguna vez le dieron su apoyo, indignados por su silencio ante el éxodo de cientos de miles de musulmanes rohingya de Myanmar hacia el país vecino, Bangladesh, debido a una persecución militar.
Los mismos activistas que alguna vez la ensalzaron la acusan ahora de no hacer nada para detener las violaciones, los asesinatos y el posible genocidio contra esa minoría. La comunidad internacional, en tanto, la señala por no condenar a los militares que perpetran estas acciones y dice que conoce las atrocidades que se están cometiendo pero se niega a denunciarlas en voz alta.
Las pocas personas que la respaldan en el ámbito internacional señalan que ella es una política pragmática que está tratando de gobernar un país multiétnico con una compleja historia y una mayoría budista que tiene poca simpatía por los rohingya. Y añaden que los militares aún tienen gran parte del poder político y no han soltado el control de las fuerzas de seguridad, hech que fue confimado con el golpe de Estado de este lunes.
Los críticos de Aung San Suu Kyi señalan que la otrora líder de los derechos humanos ha perdido su prestigio moral, así como la reputación de ser alguien dispuesto a luchar por esas causas pese al costo personal que tuviera que pagar.
PURANOTICIA // BBC MUNDO