Viernes 1 de diciembre de 2023 11:28

Estudio del Sernac reveló los reclamos más habituales en mercado de vapeadores y cigarrillos electrónicos

Por su parte, el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) detectó recientemente dos nuevos efectos nocivos: el primero afecta a la microbiota oral, haciéndola vulnerable frente a infecciones y provocando la aparición de caries y periodontitis (infección a las encías), llegando incluso a ocasionar la caída de piezas dentales.

El Sernac realizó un estudio sobre el mercado de los cigarrillos electrónicos y vapeadores en el país, a fin de disponer de un diagnóstico detallado de dicho mercado, evaluando los riesgos y estándares de calidad de dichos productos, como también la verificación del cumplimiento de aspectos normativos aplicables tales como rotulación, descriptores, presencia de nicotina y otros requisitos.

Al revisar los reclamos recibidos por el Sernac desde enero de 2018 y hasta enero de este 2023, se contabilizaron 171 casos asociados a productos de vapeo. Al analizar el volumen de reclamo por empresas, sin participación de mercado, destacan:

Vaporizadores Chile (11,7%), Santivape (8,8%), Quema Smokeshop (8.2%), Zigzaboo (7,6%), Tigo Vape (6,4%), Freesmoke (5,8%), Chile Vapo (2,9%), Vapea Chile (2,3%)

Los consumidores reclaman principalmente por problemas contractuales (62%), por ejemplo, retardo en la entrega de lo comprado (17%).

En segundo lugar, los reclamos están asociados a dificultades para ejercer el derecho a la garantía legal (31,6%), esto es, por ejemplo, cuando la empresa niega devolver el dinero cuando el producto viene defectuoso.


En tercer lugar, los reclamos apuntan a la seguridad en el consumo (2,4%), esto es, daños provocados por el uso, como, por ejemplo, irritaciones, cortes y quemaduras.

Al analizar el total de productos con alertas de seguridad, se pudo corroborar en Chile la venta del cigarrillo electrónico desechable, de nombre/marca "Elfbar, BC5000 Disposable Pod", el cual presenta una concentración de nicotina mayor a la declarada, por lo cual este caso será investigado en mayor profundidad.

Ante los hallazgos detectados durante la investigación, el Sernac requerirá información a aquellas empresas y proveedores que han presentado mayores brechas, instándolas, luego, a dar pleno cumplimiento a las exigencias correspondientes.

Además, el estudio será puesto en conocimiento del Ministerio de Salud y del Instituto de Salud Pública, para que, en base a sus respectivas competencias, lo analicen y evalúen adoptar las acciones que consideren oportunas para ir en defensa de los derechos de los consumidores en este mercado.

REQUISITOS A PROVEEDORES

El director nacional del Sernac, Andrés Herrera, explicó que, si bien los cigarrillos electrónicos y vapeadores están regulados por una normativa sectorial de salud, la Ley del Consumidor (LPC) consagra una serie de requisitos que resultan del todo aplicables a los proveedores de este tipo de productos, tales como deberes en materia de información y publicidad y obligaciones relativas a garantizar la seguridad en el consumo, la protección a la salud y el deber de evitar riesgos que pueden afectarles a los consumidores.

En este contexto, Herrera indicó que es muy importante no sólo que las empresas cumplan estrictamente con la regulación aplicable, sino que los consumidores se informen adecuadamente sobre los riesgos que supone el uso de estos productos.

En relación con ello, investigaciones internacionales han concluido que, dentro de los riesgos asociados al uso de estos productos, está la presencia de algunas sustancias tóxicas, tales como plomo, cromo y níquel, entre otras.

Otros riesgos a tener en cuenta son los relacionados con los envases defectuosos, y los líquidos adulterados o manipulados. Cabe destacar que existen casos en que cigarrillos electrónicos con baterías defectuosas han provocado incendios y explosiones, algunos de los cuales han causado lesiones graves a los usuarios.

Por su parte, el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) detectó recientemente dos nuevos efectos nocivos: el primero afecta a la microbiota oral, haciéndola vulnerable frente a infecciones y provocando la aparición de caries y periodontitis (infección a las encías), llegando incluso a ocasionar la caída de piezas dentales.


El segundo efecto advertido es un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, representadas por un aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial, problemas vasculares y un posible aumento del riesgo de coágulos sanguíneos, demostrándose que los consumidores de estos productos con nicotina tienen dos veces más riesgo de infarto agudo al miocardio.

NORMATIVA EN CHILE

En Chile, este tipo de artículos están regulados por la Resolución Exenta N°2994 de 2010 del Ministerio de Salud, que establece que el régimen de control aplicable a los cigarrillos electrónicos, sus respectivos cartridges, componentes y cualquier otro dispositivo que sea formulado sobre la base del principio activo nicotina, es el que corresponde a los productos farmacéuticos, por lo que deben someterse a la regulación propia de éstos.

Es decir, en caso de contener nicotina, se clasifican como medicamentos, por lo tanto, para poder ser comercializados deberían contar con el respectivo Registro Sanitario del Instituto de Salud Pública (ISP) de Chile.

Sin embargo, ningún cigarrillo electrónico u otro dispositivo similar formulado sobre la base de nicotina, cuenta actualmente con dicho registro sanitario, pues para ello deberían demostrar calidad, seguridad y eficacia clínica, lo que no ha ocurrido.

En conclusión, los dispositivos que se comercializan en el mercado, y que contienen nicotina, corresponderían a productos que no cuentan con registro sanitario, encontrándose su comercialización, por tanto, al margen de la ley.

De hecho, entre los años 2013 y 2021, el ISP analizó 166 muestras de soluciones de cigarrillos electrónicos, de las cuales el 61% contenía nicotina. Durante el año 2022, se analizaron 29 muestras, de las cuales más de la mitad (55%) contenía nicotina, mientras que un 63% no la declaraba en su rotulado.

Además, el ISP detectó la presencia de etanol, impurezas sobre el límite permitido, saborizantes y aromatizantes no autorizados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), agencia del Gobierno de los Estados Unidos.

PURANOTICIA