Agencia Nacional de Financiamiento para el Desarrollo: Gobierno diseña un banco del desarrollo organizado como sociedad anónima

En un trabajo silencioso que duró un año, el Gobierno de Chile diseñó una iniciativa incluida en el programa presidencial de Gabriel Boric para crear la Banca Nacional para el Desarrollo, según publica hoy El Mercurio.

Bajo el nombre de Agencia Nacional de Financiamiento para el Desarrollo, esta nueva institución tendrá como objetivo principal facilitar el financiamiento de proyectos de largo plazo o de interés estratégico para el país, especialmente aquellos relacionados con la innovación tecnológica y la transición energética. Estos proyectos suelen enfrentar dificultades para obtener préstamos en la banca privada tradicional.

Aunque no se estableció un plazo específico para su discusión en el Congreso, el diseño y los detalles de esta iniciativa se han estado trabajando desde junio del año pasado. El equipo encargado de liderar esta labor está encabezado por la subsecretaria de Economía, Javiera Petersen. Según Petersen, el objetivo principal es aumentar el impacto y la variedad de los instrumentos financieros del país, enfocándose en la transformación productiva y garantizando la sustentabilidad financiera de la cartera.

La nueva agencia se centrará en la intermediación financiera para proyectos más riesgosos y en la provisión de créditos sindicados. Esta institución reportará a la Comisión para el Mercado Financiero y se encargará de entregar instrumentos financieros "de segundo piso" a proyectos que requieran capital de riesgo. Estos instrumentos permitirán canalizar recursos a través de la banca y otras instituciones financieras, utilizando garantías estatales u otros mecanismos de intermediación para disminuir el costo de financiamiento de proyectos asociados a la transformación productiva.

Además, se contempla la creación de una banca de riesgo de primer piso para proyectos innovadores de mayor escala. En este caso, se estudiará la posibilidad de generar créditos sindicados con entidades financieras multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Aunque aún no se ha definido el capital inicial que requerirá la nueva entidad, se espera que sea autofinanciada.

Con esta medida, el Gobierno busca mejorar el gobierno corporativo y la gestión de los instrumentos financieros de desarrollo, conforme a estándares internacionales. Se plantea que la nueva institución opere como una sociedad anónima sujeta a las normas comunes en la materia y sea fiscalizada por la Comisión para el Mercado Financiero. Algunos expertos sugieren establecer un gobierno corporativo con estándares similares a los del Banco Central, que evite designaciones asociadas a un gobierno de turno y seleccione a profesionales de alto nivel.

Entre las propuestas de financiamiento directo, destaca la creación de un "fondo de fondos" común de capital de riesgo en el que el Estado y los inversores privados sean aportantes. Esto permitirá acceder a una mayor cantidad de recursos para financiar proyectos con alto potencial de crecimiento. Se espera que la gestión del fondo sea asumida por una administradora general de fondos con experiencia en capital de riesgo o que contrate un equipo con un historial demostrable. También se busca establecer asociaciones con actores internacionales debido a la falta de expertos locales en la administración de este tipo de activos.

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