Martes 18 de octubre de 2022 10:45
Presidente Boric a tres años del estallido social: "No fue una revolución anticapitalista ni tampoco una pura ola de delincuencia"
"Una ruptura de esta magnitud debe desafiar nuestros puntos de vista y empujarnos a mirar lo que no queremos ver. El estallido social expresó y trajo consigo mucho dolor y ha dejado enormes secuelas, no vamos a permitir que sea en vano", añadió el Mandatario.
El Presidente de la República, Gabriel Boric Font, realizó la mañana de este martes un discurso en el patio del palacio de La Moneda para referirse al tercer aniversario del estallido social del 18 de octubre de 2019.
El Mandatario expresó que aquel día, “miles de personas se manifestaron expresando un malestar acumulado por largo tiempo que clamaba por mayor justicia, igualdad y el fin de los abusos. Se manifestaron para que ni el tamaño de la billetera ni el lugar de nacimiento fueran condición para acceder a una vida segura, a una salud digna, a una educación de calidad y por la necesidad de contar con pensiones que garanticen jubilaciones dignas tras una vida de esfuerzo”.
“Sin embargo, durante estos últimos tres años los distintos sectores políticos hemos asumido una interpretación de los eventos posteriores a octubre del 2019 que pareciera no hacer más que reafirmar nuestras creencias y convicciones previas. El 18 de octubre debiera desafiarnos a todos y todas y, en cambio, lo hemos usado como una razón para reafirmar lo que ya pensábamos desde antes. A tres años del estallido social ya es tiempo de que salgamos de nuestra zona de confort para interpretar lo que ahí pasó, las lecciones que debemos sacar de este proceso y actuar”, manifestó.
El Jefe de Estado afirmó que “el estallido no fue una revolución anticapitalista y tampoco, como han querido instalar en los últimos días, fue una pura ola de delincuencia. Fue una expresión de dolores y fracturas de nuestra sociedad que la política de la cual somos parte no ha sabido interpretar ni dar respuesta”.
“Cuando leemos el estallido solo para reafirmar nuestras concepciones, estamos eludiendo su mensaje y enseñanza. Como Presidente de Chile no voy a cometer ese error y estamos trabajando desde nuestro gobierno y las fuerzas políticas que nos apoyan para no caer en lo mismo. Una ruptura de esta magnitud debe desafiar nuestros puntos de vista y empujarnos a mirar lo que no queremos ver. El estallido social expresó y trajo consigo mucho dolor y ha dejado enormes secuelas, no vamos a permitir que sea en vano”, aseveró.
Recalcó que “el mundo nos observa y ahí, donde nosotros vemos la enorme magnitud de la tarea que tenemos por delante, desde otros países observan la oportunidad que hemos producido entre todos los chilenos y chilenas al transformar este tremendo quiebre en un proceso de cambios institucionales y democráticos. Eso es el proceso constitucional, esas son las reformas que tenemos en carpeta. Insisto una vez más, en Chile los problemas de la sociedad los enfrentamos con más democracia y no con menos”.
Boric subrayó que “en esos días del estallido se dijeron y se hicieron muchas cosas excesivas. Nos agredimos unos a otros y creo que somos muchos los que sentimos que en ese periodo las cosas llegaron a un extremo que no debieran haber llegado. Sin embargo, no basta con constatarlo ni apuntar al del frente, sino preguntarnos por qué nos pudo pasar esto, por qué hubo tanto destrozo, por qué tanto enojo, por qué tanto desborde".
Y añadió que "se escuchan a veces opiniones que se limitan a explicar el 18 de octubre como si fuera una pura explosión de violencia, como si esa violencia hubiese brotado solo de la delincuencia o de la falta de control policial. Sin embargo, a quienes promueven en estos días esa mirada se les olvida que hubo un día, el 25 de octubre, en que más de un millón de personas salió a la calle en Santiago y miles en el resto del país, y hubo un periodo largo que no fue de una o dos semanas, sino de meses y meses en que más del 70% de la población apoyó el estallido social y se sintió interpretado por éste. No pretendamos negar la historia”.
“Una de las razones por la que llegamos a este punto fue por la incapacidad que tuvimos en el mundo político de, durante mucho tiempo, acordar soluciones para estos problemas, pasaron años y años hubo muchas advertencias del malestar ciudadano y esos acuerdos no se produjeron, y la verdad es que desde entonces hasta ahora hemos avanzado poco en cambiar las cosas en este plano... Todavía no concretamos las reformas que resuelvan la debilidad de los derechos sociales de los chilenos y chilenas y así nos lo dice la gente permanentemente en la calle”, aseguró.
El Presidente indicó que “el mandato de nuestro gobierno es poner fin a este largo periodo de sequía en que las reformas no se concretan por falta transversal de acuerdo en el mundo político y, además, hacernos cargo de las urgencias del momento. De eso se trata nuestra reforma tributaria de financiar derechos sociales, de eso se trata nuestra reforma previsional de asegurar pensiones dignas que son urgentes, de eso se trata la reforma a la salud para que ésta sea oportuna digna y sin listas de espera eternas, por eso aumentamos en conjunto con el empresariado, los trabajadores y las pymes un sueldo mínimo, y por eso estamos impulsando la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. De eso, y no está de más recordarlo, se trata también el proceso constitucional”.
“Pero nuestro mandato no es solo empujar estas reformas, sino también lograr que se aprueben y para ello hay que construir puentes y dialogar, y en los últimos días pareciera que nos hemos alejado de aquello. Quiero que sepan que está en la voluntad de nuestro gobierno construir esos puentes y no dinamitarlos con sectores políticos que no piensan igual que nosotros y también con la sociedad”, agregó.
El Mandatario destacó que “no podemos olvidar que el estallido social fue un momento doloroso desde el punto de vista de los derechos humanos. Personas que estaban ejerciendo un derecho legítimo en democracia sufrieron lesiones y abusos ante las cuales no podemos ser indiferentes. Como Estado debemos asumir que el control policial de esos meses sobrepasó los límites de lo aceptable, hubo muertos, hubo abusos sexuales, hubo mutilaciones oculares y eso no puede quedar impune y no se puede volver a repetir. Es indispensable que en democracia los abusos policiales se investiguen y se sancionen. No solo es un acto de Justicia a las víctimas, sino también es un acto de Justicia con la institución policial cuya labor no debe ser confundida con actuaciones que fueron gravísimas y condenables, porque no son representativas de la labor diaria que más de 60.000 carabineros realizan día a día a lo largo y ancho de nuestro país”.
Aclaró que “el estallido social fue un campo fértil para la expansión de conductas violentas destructivas que también han dejado víctimas y secuelas y desde todas las posiciones políticas tenemos que decirlo con claridad. Esa violencia se volvió contra las propias causas del estallido al producir una creciente ola de rechazo en la sociedad cansada de ver cómo el vandalismo destruye los barrios, el comercio, el patrimonio, abriéndole paso a acciones que son delictuales. Este tipo de violencia no es inocente, causa daño, alienta el odio, genera inseguridad y termina fomentando regresiones políticas antidemocráticas que no queremos para Chile”.
“Para ser claro, las violaciones a los derechos humanos, como daños oculares, agresiones sexuales, lesiones graves, hasta muerte, no son aceptables y a la vez Carabineros cuenta con todo nuestro respaldo para combatir la delincuencia y asegurar el control del orden público en el marco del Estado de derecho. No hay una dicotomía entre ambas posiciones y lo vamos a defender”, añadió.
El Mandatario aseguró que “el pueblo de Chile no nos quiere ver peleando, nos quiere ver solucionando. La política debe estar a la altura de las demandas y de los sueños de todo el país, no olvidemos que las grandes mayorías esperan que nos pongamos de acuerdo para solucionarles sus problemas cotidianos y urgentes, el alza del costo de la vida, la delincuencia, la falta de vivienda, la oportunidad de la salud. Este es el momento de actuar”.
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