Martes 30 de enero de 2024 14:29
Monja afectada en asalto a convento en barrio Yungay entrega dramático testimonio: “Tuve que negociar nuestra propia vida”
“Tenemos al presidente de vecino, vive aquí mismo, y los demás sufrimos”, aseguró la religiosa en su duro relato, quien es integrante del convento de la Congregación Hijas de San José, ubicada en la comuna de Santiago.
La mañana de este martes quedó al descubierto un violento asalto del que fueron víctimas monjas del convento de la Congregación Hijas de San José, ubicada en el barrio Yungay, comuna de Santiago de la región Metropolitana.
El hecho habría tenido lugar durante la jornada del sábado, cuando las religiosas fueron amenazadas con ser violadas y fueron maniatadas, por lo que ahora una de las víctimas decidió romper el silencio y relatar lo sucedido, donde lanzó “tenemos al Presidente de vecino y los demás sufrimos”.
“Fueron muy violentos, entraron por la parte más alta del convento y lo que critico es que no podemos seguir así, es imposible. La ciudadanía está sufriendo, uno se encuentra encerradas en sus propias casas y no es normal que sigamos encerrándonos y que tengamos que poner electricidad hasta el techo”, expuso la madre Rosa Elena.
“Todos encuentran bonito el barrio Yungay, pero para quienes vivimos aquí, para mí no es bonito (...) la seguridad es imposible, no se puede hablar por teléfono, uno no puede ir con cartera y eso no es normal”, añadió la religiosa en su dramático relato, asegurando que “tenemos al presidente de vecino, vive aquí mismo, y los demás sufrimos. Y él tiene guardias afuera. Debiera ser un barrio seguro y yo siento que es un barrio más inseguro”.
En el atraco, los atacantes lograron escapar con cerca de un millón de pesos en efectivo. “Nosotros no tenemos plata, nosotros manejamos plata del Estado que es distinto y los recursos extras se manejan como corresponde porque hay que rendirlos”, explicó la afectada.
“Estuvimos una hora con cuchillos en nuestros cuerpos, tuve que negociar nuestra propia libertad y nuestra propia vida. Ellos nos amenazaron que si nosotras gritábamos nos iban a violar y que les entregáramos la plata”, concluyó la madre Rosa Elena.
PURANOTICIA