Ingresos seguros en asentamientos informales surge como gran desafío para el proceso del Censo 2024

El ingreso seguro a las tomas es uno de los aspectos clave del Censo 2024. Para eso, ya se han realizado contactos informales con representantes de campamentos para garantizar la seguridad de los encuestadores.

Según consigna este lunes El Mercurio, el desafío es llegar a esos asentamientos que albergan entre 350 mil y 500 mil personas que viven en campamentos y que, por lo general, lo hacen en condiciones precarias de vida.

De acuerdo a información que entrega el medio escrito, a fines de 2022, el INE convocó a una mesa para estudiar las medidas que le permitieran ingresar a dichos campamentos. Ahí estuvieron los ministerios de Desarrollo Social y Vivienda, así como también las organizaciones Déficit Cero y Techo.

La instancia sirvió para el INE recibiera información disponible sobre los asentamientos informales, sus accesos y las calles que los componen.

Según Javiera Moncada, supervisora de investigación de Techo, “la cooperación ha incluido reuniones de coordinación con el INE, donde nuestros equipos han podido compartir datos de los campamentos en que trabajan para que el Censo pueda llegar a catastrarlos, e incluso en algunos casos, como en la Región de Antofagasta, se hizo una capacitación a dirigentes de las comunidades para que puedan colaborar en el proceso”.

La misma organización, agrega El Mercurio, describe cinco claves para dicho propósito: cruzar distintas fuentes de información, trabajar en dupla, contacto previo con los dirigentes, comunicación con otras instituciones como el Serviu y la entrega de una explicación detallada del proceso y sus objetivos a quienes serán encuestados.

“Nunca hemos tenido una situación de inseguridad en el catastro. Si es que se dificulta que respondan la encuesta es un sector es generalmente porque hay una decepción con el Estado, o porque no creen en el proceso”, detalló Moncada.

VISIÓN EXPERTA

David Bravo, integrante del comité técnico asesor del Censo 2024 y Director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, valoró que existan organizaciones con experiencia en el levantamiento de información en las tomas.

“Cuando realizamos un estudio en campamentos en 2021-2022, la clave fue preparar el trabajo. No es que te apareces de un día para otro allí, sino que organizas la visita, conversas con los líderes y se les explica para que las personas estén al tanto”.

“En general, ha funcionado bien, pero sí requiere preparación porque debe ser distinta la forma en que se aborda el resto de los sectores urbanos”, aseguró. Bravo.

También El Mercurio consigna la visión del arquitecto Iván Poduje, socio de la consultora Atisba. “Es fundamental recopilar esta información. Primero, hay que especificar cuántas personas viven en estos campamentos para poder dimensionar los servicios que se les deben ofrecer, como salud y educación, para la demanda que existe. Lo otro es medir el hacinamiento y la materialidad de la vivienda y, por ejemplo, cuánta gente hay viviendo en los bloques de viviendas sociales”.

Otro aspecto que se consideró tras los estudios es saber cuál es el mejor momento para censar a estos asentamientos. Aquí se llegó a la conclusión que, considerando que el proceso durará varios meses, no coincidir, por ejemplo, con días en que se realicen allanamientos policiales.

PURANOTICIA