Jueves 16 de marzo de 2023 12:01

Ex director de Gendarmería y Punta Peuco: "No puede darse el lujo de cerrar ninguna cárcel"

Tulio Arce comentó acerca de los rumores sobre un eventual cierre del penal y afirmó que "la cultura" de los reclusos de este recinto "es distinta a la del delincuente habitual".

El ex director de Gendarmería, Tulio Arce, se refirió a la polémica por los rumores del posible cierre de Punta Peuco en el marco de los 50 años del Golpe de Estado. Además, negó que los reos del recinto, que han sido condenados principalmente por delitos de lesa humanidad, tengan una situación de privilegio.

Arce fue designado como alcaide del penal en 2004, cuando el entonces presidente Ricardo Lagos obligó al Ejército a dejar la administración del recinto e instruyó a Gendarmería a hacerse cargo del lugar.

En ese contexto, en conversación con La Tercera, indicó que antes "el trato directo con la población penal lo tenía directamente el Ejército. Eso se transformó en algo que les garantizaba estar en condiciones especiales. En el interior del penal tenían teléfonos, alimentación que les suministraba el propio Ejército y otras garantías que están alejadas del reglamento penitenciario".

"Con la llegada del Presidente Lagos, se determina que Gendarmería se haga cargo completamente de Punta Peuco (...) Ahí la orden fue quitarles cualquier garantía especial y desde ese momento se aplicó el régimen penitenciario que hay en todos los penales", afirmó.

Respecto a si estos reos tienen una situación privilegiada por sobre los condenados del resto de cárceles en el país, comentó que "no hay privilegios. La libertad es un derecho fundamental del ser humano, y ellos lo perdieron igual que otros".

"El hecho de tener mejores dependencias, mejores condiciones de habitabilidad coinciden con el tipo de personas que lo habitan. Si en Colina II o en la expenitenciaría yo les doy mejores condiciones, en un acto de ir en contra del sistema o por soberbia, lo destruirían", precisó.

En ese sentido, señaló que "en Punta Peuco no destruyen lo que se les instala, porque en el fondo la cultura de estas personas es distinta a la del delincuente habitual, que por lo general tiende a destruir las instalaciones que le entrega el Estado. En ese sentido, sí estaban en mejores condiciones, pero como la población penal fue aumentando, también se fueron hacinando".

"Yo creo que hoy el sistema penitenciario no puede entregarles condiciones de habitabilidad mínimas dado el hacinamiento que existe en los centros penitenciarios. Pero claro que hay que darles condiciones dignas", manifestó respecto al general de los penales.

En tanto, sobre si es posible cerrar el recinto, sostuvo que "en el año 2015 o 2016, cuando yo era director nacional de Gendarmería, la entonces ministra de Justicia, Javiera Blanco, me planteó la posibilidad de cerrar Punta Peuco, también por el estigma de que es una cárcel de torturadores. Pero Gendarmería no puede darse el lujo de cerrar ninguna cárcel, dado que cada plaza disponible es necesaria".

Al ser consultado sobre si existe un lugar donde los condenados por delitos de lesa humanidad puedan ser traslados, indicó que "Gendarmería privilegia la clasificación. En todo penal tiene que haber módulos de acuerdo a las características criminológicas de los internos y su grado de compromiso delictual. En todas las cárceles debe haber esa segmentación. Si hubiera alguna cárcel que les diera las condiciones que ellos requieren, perfectamente se les puede trasladar".

En esta línea, recalcó que "hoy no hay un lugar donde poder llevarlos. Hoy no podríamos encontrar un espacio que pudiera albergar una población de estas características, que es sensible por el tipo de delitos que cometieron y Gendarmería tiene que resguardar su vida (...) Hoy Punta Peuco se ha transformado en un geriátrico más que en una cárcel de privilegios. Muchos de los internos tienen enfermedades crónicas y necesitan un cuidado especial, y entre que estén hospitalizados a que estén en una cárcel con ciertas condiciones, es mejor que estén en la cárcel".

Ante los rumores de un eventual cierre definitivo del recinto, señaló que "claro que no se puede descartar la posibilidad, pero en la medida que también respetemos las condiciones dignas de cualquier interno. Si les podemos dar condiciones dignas en otra parte, por supuesto, pero hoy no se puede".

Sobre la posibilidad de convertir el penal en un sitio de memoria, puntualizó que "al menos en el sistema penitenciario, no estamos como para museos, yo creo que hoy día tenemos que aprovechar cada espacio, cada metro cuadrado, para contener la población penal chilena".

Por último, apuntó que el impacto de esta situación sería "principalmente político más que ciudadano. Yo creo que a la ciudadanía en general no le importan mucho las cárceles tras del velo. Considero que hoy hay que privilegiar el impacto social de las medidas, no dar señales políticas. Hay que privilegiar otras cosas".

PURANOTICIA

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