Eliminan la "plaza hundida" y todos los rastros del estallido social en estación Baquedano

Luego de más de 1.500 días cerrada y después de ocho meses de trabajo, la entrada a la estación Baquedano, del Metro de Santiago, se encuentra casi lista y con miras para su reapertura durante las próximas semanas.

Sin embargo, la reapertura será con una fachada completamente renovada, ya que la llamada “plaza hundida” o “jardín de la resistencia” fue cubierta por una explanada de concreto, dejando solo una escalera que da hacia el subterráneo, según da cuenta La Tercera. El jardín, las pancartas, fotografías y grafitis de la revuelta desaparecieron.

La renovación y las obras de rehabilitación comenzaron el pasado 3 de abril, cuando el Gobierno, en su plan de Recuperación de Espacios Públicos, buscó dar al sector mayor orden, elevar la calidad del espacio urbano y mejorar el servicio de Metro.

Incluso, fue Metro de Santiago el que el 17 de julio difundió una minuta explicando el proyecto, además de entregar plazos y una inversión aproximada de 30 mil UF, es decir, unos 1.080 millones de pesos a esa fecha.

“La reapertura de este acceso permitirá que los pasajeros de Metro cuenten nuevamente con la principal alternativa de acceso a la estación Baquedano y tengan viajes más seguros y expeditos”, se leía en el documento.

En principio, la entrada hacia la estación debía ser entregada en diciembre de 2023, según las propias proyecciones de Metro, pero según su gerente general, Felipe Bravo, su retraso se debió a reajustes logísticos.

Desde Metro, además, Bravo descarta generar un hito simbólico el día de su reapertura. “Nosotros no tenemos injerencia sobre ese aspecto. Ese es un tema que está liderando la Subsecretaría de DD.HH., el Gobierno y la Universidad de Chile. Lo que vamos a hacer es inaugurar el acceso, un proyecto importante para la operación actual”.

Paralelo a los proyectos iniciados por Metro en 2023, el de reapertura fue objeto de varias discusiones para decidir si construir un memorial o no en el sector. En esa línea, el subsecretario de Derechos Humanos, Xavier Altamirano, dijo que este es “un espacio donde fallecieron tres personas: Abel Acuña, Mauricio Fredes y Cristián Valdebenito. Un poco más allá, Gustavo Gatica quedó ciego”.

Por ello, en su minuto, señaló que se retirarían objetos valiosos de quienes mantenían ocupada la “plaza hundida” y luego se iniciaría un trabajo participativo para crear “un espacio de memoria que pertenezca a todo Chile”.

La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), no apoyó la construcción de un sitio de memoria, y señaló que “nosotros vamos a pedir que en el memorial se recuerde todo: la destrucción del orden público, también los ataques a Carabineros”.

Incluso desde una parte de la sociedad civil se rechazó en su momento la reapertura del sector por su valor “simbólico y de memoria”.

Por su parte, Metro se descartó del diseño del proyecto, ya que han explicado que están abocados exclusivamente a la reparación del acceso a la estación, aunque desde la empresa confirmaron que las discusiones sobre un posible memorial continúan, pero que ellos no son parte de la discusión.

La discusión está relegada en una mesa de trabajo entre el Gobierno, la Subsecretaría de DD.HH., la Universidad de Chile y organizaciones sociales.

PURANOTICIA