Corte Suprema otorga libertad condicional a exfrentista condenada por el asesinato de Jaime Guzmán

Marcela Mardones Rojas, ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y condenada en 2017 a diez años de cárcel por participar del asesinato de Jaime Guzmán en 1991, quedó en libertad condicional.

La Corte Suprema acogió un recurso de amparo presentado por su defensa y determinó otorgarle el beneficio, considerando su buena conducta que fue testificada por Gendarmería.

Además, se estableció que la Comisión de Libertad Condicional había transgredido sus derechos al no concedérsela antes, a pesar de que cumplía con los requisitos objetivos y subjetivos. Sin embargo, en ese entonces se declinó otorgarla, considerando que Mardones eludió a la justicia por más de 20 años.

"Si bien la interna mantiene un nivel de riesgo muy bajo, carece a la fecha de beneficios intrapenitenciarios que esta comisión considera que son necesarios a objeto de evaluar la respuesta y la responsabilidad de ésta en el cumplimiento de las normas que conlleva tales beneficios, lo que en este caso es gravitante atendido el largo tiempo por el cual se mantuvo prófuga", se lee en el documento compartido por La Tercera.

En esa línea, se siguió adelante con el recurso de amparo, y Mauricio de la Hoz, profesional de la Defensoría Penal Pública, alegó y logró que Mardones abandone la cárcel de mujeres de San Joaquín, donde cumplía condena.

Como argumento para decidir sobre su libertad, los ministros de la Corte Suprema indicaron que existe poca posibilidad de que la exfrentista reincida, ya que "el informe psicosocial de Gendarmería de Chile, elaborado en cumplimiento de la normativa legal aplicable, no refiere antecedentes categóricos que permitan orientar sobre factores de riesgo de reincidencia de la amparada que impidan reconocer su posibilidad de reinsertarse a la sociedad al momento de postular a libertad condicional", relata el fallo.

En tanto, desde su defensa destacaron que "presenta una única condena en su extracto de filiación, no registra sanciones disciplinarias, presenta conciencia de la gravedad del delito, tiene conciencia del mal causado, distinguiendo las consecuencias en la víctima, como el daño causado a los familiares y amigos, mantiene un rechazo explícito al delito y renuncia a la realización de este y de cualquier otro delito, orientando su futuro de manera prosocial".

Incluso, señalaron que en el tiempo que estuvo en el penal de San Joaquín se capacitó constantemente y logró desempeñarse como encargada del taller de repostería por dos años, lo que le permitió generar dinero para vivir.

"Según refiere el informe psicosocial elaborado por Gendarmería de Chile, Marcela ha agotado toda la línea de intervención en el sistema cerrado. Se identifica como factor protector para el cumplimiento de condena en el medio libre, el contar con sus tres hijos viviendo en el mismo domicilio donde ella proyecta su egreso de reclusión", sostuvieron.

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