Martes 25 de julio de 2023 11:57
La misteriosa destitución del ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, después de más de un mes de estar desaparecido
Qin, que ha sido calificado como uno de los colaboradores más cercanos del presidente Xi Jinping, fue visto en público por última vez el 25 de junio, en el marco de una reunión con sus homólogos de Rusia, Vietnam y Sri Lanka.
¿Está enfermo o simplemente es otro político chino caído en desgracia?
Desde hace semanas, dentro de las esferas políticas y económicas de China, hay numerosas especulaciones sobre el paradero del ministro de Relaciones Exteriores de ese país.
Y este martes, cuando se cumplía exactamente un mes desde su última aparición pública, se anunció que el experimentado político había sido destituido. Duró menos de siete meses en el cargo.
Qin, que ha sido calificado como uno de los colaboradores más cercanos del presidente Xi Jinping,fue visto en público por última vez el 25 de junio, en el marco de una reunión con sus homólogos de Rusia, Vietnam y Sri Lanka.
La prolongada desaparición de Qin y el silencio oficial al respecto han alimentado las especulaciones.
Aunque su destitución pone fin a semanas de confusión, también deja muchas preguntas sin respuesta.
El gobierno chino no dio ninguna razón para explicar su remoción.
Sustituido por una cara conocida
Según informaciones de la agencia estatal de noticias Xinhua, los legisladores chinos votaron para nombrar a Wang Yi como el nuevo ministro de Relaciones Exteriores.
El presidente Xi firmó el decreto que autorizaba la destitución de Qin.
El nuevo canciller, Wang Yi, es una cara conocida. Ocupó el puesto entre 2018 y 2022.
Bajo el sistema del Partido Comunista Chino, la política exterior es ideada por un funcionario de alto nivel, quien luego ordena al ministro de Relaciones Exteriores que la implemente.
Un diplomático que hablaba duro
Qin había sido designado como canciller por el líder de China en diciembre pasado.
A sus 57 años, Qin es uno de los rostros más conocidos del gobierno chino de Xi Jinping. Cuando fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores se convirtió en uno de los cancilleres más jóvenes que ha tenido China.
Antes de ser canciller, Qin trabajó casi dos años como embajador en Estados Unidos, donde se dio a conocer como un diplomático que habla duro.
Anteriormente, se desempeñó como portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores y ayudó a organizar varios viajes de Xi al extranjero.
En este puesto trabajó en estrecha colaboración con el líder de China.
¿Problemas de salud?
Su prolongada ausencia ha sido notada no solo por diplomáticos y observadores chinos, sino también por ciudadanos comunes del país asiático.
En toda China ha habido un gran interés por el destino de Qin Gang.
Recientemente el número de búsquedas de su nombre ha aumentado estrepitosamente en Baidu, el motor de búsqueda más grande del país.
Qin tenía programado reunirse el 4 de julio con el jefe de política exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, pero funcionarios del bloque aseguraron que China canceló la reunión sin mayor explicación y con sólo un par de días de preaviso.
Tampoco asistió a reuniones de alto nivel previstas a mediados de este mes con la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el enviado climático de Estados Unidos, John Kerry.
En una reunión de cancilleres hace un par de semanas, en el marco de una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Yakarta, Wang Yi asistió en lugar de Qin.
El gobierno chino justificó su ausencia a una cumbre en Indonesia alegando que el ahora excanciller tenía "problemas de salud" que no fueron especificados.
Pero la falta de detalles ha creado rumores de que está siendo castigado por razones políticas o por una relación extramatrimonial.
Es inusual que los rumores sobre un funcionario de tan alto rango circulen en el internet chino sin censura, según observadores.
"La ausencia de censura hace que la gente se pregunte si hay algo de verdad en los rumores sobre luchas de poder, corrupción, abuso de poder y relaciones románticas", le dijo a la BBC Ian Chong, de la Universidad Nacional de Singapur, la semana pasada.
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