Miércoles 4 de enero de 2023 21:05

Indignación en la Iglesia Anglicana y Reino Unido por tumbas vandalizadas en un cementerio cristiano en Israel

Más de 30 tumbas en el cementerio protestante del Monte Sión fueron profanadas el domingo presuntamente por extremistas judíos que rompieron cruces y derribaron y destrozaron lápidas.

La Iglesia anglicana y Reino Unido expresaron su "consternación" por un ataque a un cementerio histórico cerca de la amurallada Ciudad Vieja de Jerusalén.

Más de 30 tumbas en el cementerio protestante del Monte Sión fueron profanadas el domingo presuntamente por extremistas judíos que rompieron cruces y derribaron y destrozaron lápidas.

"Nos hemos dado cuenta de que el discurso de odio y los crímenes de odio van en aumento", dijo el arzobispo anglicano Hosam Naoum.

De pie junto a la tumba destrozada del segundo obispo anglicano de Jerusalén, Samuel Gobat, manifestó que ha habido un aumento reciente de escupitajos a los cristianos y ataques a sus lugares sagrados.

"Esto es solo una indicación de que no estamos en un lugar donde las personas puedan tolerarse o aceptarse mutuamente", agregó Naoum.

"Vemos más exclusión, más segregación y eso es lo que realmente nos duele en esta ciudad de Jerusalén", dijo.

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el clérigo de más alto rango en la Iglesia de Inglaterra, calificó la profanación de las tumbas como "un acto blasfemo" y expresó su esperanza de que los responsables sean llevados rápidamente ante la justicia.

"Mientras continuamos orando por la paz en Tierra Santa, me uno al arzobispo Hosam Naoum y otros líderes de la iglesia de Jerusalén para pedir respeto, protección, igualdad y justicia para su comunidad cristiana, que son las piedras vivas de la Iglesia", sostuvo.

El consulado británico en Jerusalén dijo en un tuit que "este es el último de una serie de ataques contra los cristianos y sus propiedades en la Ciudad Vieja y sus alrededores" y que "los perpetradores de ataques por motivos religiosos deben rendir cuentas".

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel también condenó el vandalismo en el cementerio. "Este acto inmoral es una afrenta a la religión y los perpetradores deben ser procesados", tuiteó.

Imágenes de las cámaras de seguridad muestran a dos jóvenes perpetrando el ataque. Llevan kipás y flecos anudados conocidos como tzitzit en sus ropas, lo que indica que son judíos religiosos.

La policía israelí dijo que había visitado el cementerio para ver los daños y estaba investigando lo sucedido.

El cementerio se creó en 1848 en un terreno comprado por el obispo Gobat y es atendido por las comunidades luterana y anglicana.

Entre los allí enterrados hay científicos, políticos, miembros de las fuerzas armadas y del clero, muchos de los cuales fueron figuras destacadas de la ciudad santa.

La lápida del soldado del ejército británico J. Stewart se encontró entre las destruidas.

Tres tumbas de guerra de la Commonwealth de oficiales de policía palestinos se encontraban entre las atacadas, mientras que varias cruces de piedra estaban rotas en el suelo.

La Iglesia anglicana dijo que apuntar a las cruces sugiere claramente que "estos actos criminales fueron motivados por la intolerancia religiosa y el odio contra los cristianos".

La Comisión de Tumbas de Guerra de la Commonwealth (CWGC) le dijo a la BBC que estaba "horrorizada" por el vandalismo.

"Una cantidad muy pequeña de lápidas de la CWGC resultó dañada; estamos cooperando estrechamente con las autoridades en el asunto y nuestro personal en el país ya está trabajando para realizar reparaciones completas y devolver las tumbas a su estado normal", dijo un portavoz.

El mismo cementerio fue saqueado de manera similar hace nueve años.

La Iglesia anglicana dijo que había recibido palabras de apoyo del presidente de Israel, el rabino principal de la Commonwealth, Ephraim Mirvis, y otros líderes políticos y religiosos.

La institución religiosa pidió unir esfuerzos para combatir los "actos violentos de profanación contra lugares sagrados" y crear un ambiente más seguro, respetuoso y tolerante en Jerusalén, que es venerado por cristianos, judíos y musulmanes.

PURANOTICIA // BBC MUNDO

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