Jueves 13 de enero de 2022 10:56

Excoronel del régimen sirio fue condenado en Alemania por torturar a miles de personas en "el infierno en la Tierra"

Anwar Raslan, de 58 años, estuvo vinculado a la tortura de más de 4.000 personas en la guerra civil de Siria en una cárcel conocida como "el infierno en la Tierra".

En un caso histórico, un tribunal en Alemania condenó este jueves a un coronel sirio a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad.

Anwar Raslan, de 58 años, estuvo vinculado a la tortura de más de 4.000 personas en la guerra civil de Siria en una cárcel conocida como "el infierno en la Tierra".

El juicio, llevado a cabo en la Audiencia Territorial de Coblenza, es el primer caso penal presentado en el mundo por tortura dirigida por el Estado en Siria.

Es difícil imaginar lo que tuvieron que soportar los hombres y mujeres encarcelados en la notoria prisión de Al Khatib en Siria.

Raslan fue acusado por ser un funcionario de alto rango del servicio de seguridad del presidente Bashar al Asad cuando las protestas masivas contra el gobierno fueron reprimidas violentamente en 2011.

Muchos manifestantes y otros sospechosos de oponerse al régimen fueron detenidos en las instalaciones de Al Khatib en Damasco donde, según los fiscales, Raslan dirigía las operaciones.

Fue acusado de 58 asesinatos, así como de violación y agresión sexual, además de la tortura de al menos 4.000 personas detenidas allí entre 2011 y 2012.

El fallo es significativo, especialmente para aquellos que sobrevivieron a Al Khatib y testificaron durante el juicio.

Un tribunal penal ahora ha reconocido formalmente que el régimen de Al Asad perpetró crímenes contra la humanidad en contra de sus propios ciudadanos.

Jurisdicción universal

Raslan fue arrestado en Alemania en 2019 después de haber solicitado con éxito asilo en Alemania.

Negó todos los cargos en su contra, diciendo que no tenía nada que ver con el maltrato a los presos y que en realidad trató de ayudar a algunos detenidos.

El tribunal en Coblenza dictaminó que la cara de Anwar Raslan no debía ser mostrada en los medios.

El juicio de Raslanha sido extraordinario por varias razones.

Ha apuntado, sin precedentes, a la tortura dirigida por el Estado de Siria y fue motivado por la llegada a Alemania de cientos de miles de sirios que habían huido de su propio país.

Muchos de los casi 800.000 sirios que ahora viven en Alemania trajeron consigo terribles historias de lo que les sucedió a quienes se opusieron al régimen de Al Asad, y los abogados alemanes de derechos humanos se sumaron a su causa, utilizando el principio de jurisdicción universal para llevar el caso ante los tribunales.

Esto permite que los delitos graves cometidos en un país sean juzgados en otro lugar.

Wolfgang Kaleck, director del Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos que ha dirigido el caso, señala que es difícil hablar de justicia cuando cientos de miles de personas han sido torturadas y decenas de miles han muerto como resultado.

Pero quizás lo más importante es que el juicio dio voz a aquellos a quienes el régimen de Asad trató de silenciar.

Cincuenta sobrevivientes presentaron testimonios ante el tribunal de Coblenza; 24 son codemandantes en el caso.

Gritos de tortura

Sus historias son horribles. El tribunal escuchó cómo los detenidos fueron golpeados y rociados con agua fría.

Otros fueron violados o colgados del techo durante horas y horas. Los torturadores les arrancaron las uñas y les administraron descargas eléctricas.

Un sobreviviente me dijo que podía escuchar los gritos de las personas torturadas todo el día, todos los días.

Otro indicó que sus atacantes habían usado "herramientas" especiales y que parecían disfrutar de lo que estaban haciendo.

Raslan ahora enfrenta cadena perpetua y los fiscales intentaron prohibir cualquier posibilidad de que salga en libertad condicional después de 15 años.

Los fiscales se sintieron alentados por la condena el año pasado de otro funcionario sirio como parte del mismo juicio. La Alta Corte de Coblenza sentenció en febrero de 2021 a Eyad Al Gharib, un exmiembro de los servicios de inteligencia, a cuatro años y medio de cárcel.

Eyad al Gharib, quien ayudó a arrestar a los manifestantes que luego fueron torturados y asesinados, fue encarcelado durante cuatro años y medio por complicidad en crímenes contra la humanidad.

Los abogados están preparando casos contra varios otros sospechosos pero, en última instancia, les gustaría llevar ante la justicia a los que están en la parte superior de la cadena de mando.

Bashar al Asad ha indicado que está siguiendo el juicio, pero él y su gobierno han negado repetidamente las acusaciones de torturar o "desaparecer" por la fuerza a cientos de miles de sus propios ciudadanos.

Este juicio también tiene otro propósito: construir un conjunto de pruebas para su uso en procedimientos futuros.

Además de los testimonios de los testigos, los fiscales de Coblenza se han basado en los "archivos César": fotografías espantosas sacadas de Siria de contrabando por un denunciante del régimen que muestran los cadáveres de miles de personas que se cree que murieron en los centros de detención, muchas de las cuales parecen que fueron torturadas.

Y es un recordatorio del continuo predicamento de muchos sirios.

24 sobrevivientes fueron codemandantes en el caso, incluidos Wassim Mukdad (izq.) y Hussein Ghrer (der.), aquí con el abogado Patrick Kroker (centro).

Wassim Mukdad, quien fue detenido en 2011 y ahora vive en Alemania, prestó declaración en el juicio y debe regresar al tribunal para el veredicto.

Indica que hay muchas historias que no se han escuchado.

"Ya sea porque todavía están detenidos ahora, mientras hablamos, están sufriendo torturas y situaciones horribles en los centros de detención. O porque fueron asesinados".

Y también, agrega, hubo quienes murieron cuando intentaban llegar a Europa, ahogándose en el mar o congelándose en las fronteras de Europa.

PURANOTICIA // BBC MUNDO

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