Viernes 7 de julio de 2023 12:45

Estados Unidos aprueba el primer fármaco para retrasar la progresión del alzhéimer

Lecanemab es el primer fármaco que ha demostrado de manera convincente que ralentiza moderadamente el deterioro cognitivo causado por la enfermedad.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó este jueves lecanemab, un medicamento que ha sido aclamado como un avance trascendental en la lucha contra el alzhéimer.

Es el primer fármaco que ha demostrado de manera convincente que ralentiza moderadamente el deterioro cognitivo causado por la enfermedad.

Según los investigadores, es un logro que demuestra que una nueva era de tratamientos contra el alzhéimer -la forma más común de demencia- es posible.

Los centros de servicios de Medicare y Medicaid, programas federales de Estados Unidos que brindan cobertura médica a personas mayores o discapacitadas y de bajos ingresos, informaron este jueves que ampliarían la cobertura del medicamento, dándole el acceso a hasta un millón de personas con formas tempranas de la enfermedad.

"La acción de hoy es la primera confirmación de que un fármaco que ataca el proceso patológico subyacente de la enfermedad de Alzheimer ha demostrado un beneficio clínico", anunciaron.

"Un estudio confirmatorio verificó que es un tratamiento seguro y efectivo para pacientes con enfermedad de Alzheimer".

Pero el medicamento también tiene detractores. Se ha determinado que solo tiene un pequeño efecto y su impacto en la vida diaria de las personas es debatible.

Además, el fármaco es efectivo en las primeras etapas de la enfermedad, así que muchos pacientes quedarían excluidos por la ausencia de una detección temprana.

Un punto de inflexión

Lecanemab ataca la placa pegajosa, llamada beta-amiloide, que se acumula en el cerebro de personas con alzhéimer.

Para un campo médico que está plagado de fracasos, desesperación y decepción, algunos vieron a finales del año pasado los resultados positivos del experimento con el medicamento como un punto de inflexión triunfal.

La organización investigativa de Reino Unido Alzheimer's Research UK llegó a calificar el descubrimiento del medicamento como "trascendental".

Por su parte, el profesor John Hardy, uno de los más destacados investigadores del mundo que desde hace 30 años propone la idea de fijarse en el amiloide, lo declaró como "histórico" y se mostró optimista en que "estamos viendo el comienzo de las terapias de alzhéimer".

No es una "cura milagrosa"

En la actualidad, a la gente con alzhéimer se les receta medicamentos para ayudar a manejar los síntomas, pero ninguno de esos cambian el curso de la enfermedad.

El amiloide es una proteína que se aglomera en los espacios entre las neuronas del cerebro y forma placas características que son una de las marcas distintivas del alzhéimer.

A finales del año pasado se hizo una prueba experimental a gran escala que contó con la participación de 1.795 voluntarios en la etapa inicial de alzhéimer. Se les aplicaron infusiones de lecanemab cada 15 días.

Los resultados, presentados en la conferencia de Pruebas Clínicas sobre la Enfermedad de Alzheimer, en San Francisco, y publicados en el sitio especializado New England Journal of Medicine, no representan una cura milagrosa.

La enfermedad continuó robando a los pacientes de su potencia cerebral, pero ese declive se ralentizó casi en un 25% a lo largo de un tratamiento de 18 meses.

Los desarrolladores del fármaco -las compañías farmacéuticas Eisai (de Japón) y Biogen (de EE.UU.)- están trabajando para que se apruebe el medicamento en otros países.

David Essam, que tiene 78 años y es de Kent, en Reino Unido, fue uno de los participantes en la prueba experimental.

Su enfermedad de Alzheimer hizo que tuviera que retirarse de su empleo de carpintero, pues ya no podía recordar cómo construir un gabinete o usar sus herramientas.

Ahora usa un reloj digital porque no puede saber la hora mirando las manecillas de un reloj.

"No es el hombre que fue, necesita ayuda con la mayoría de las cosas, su memoria en general es casi inexistente", comentó su esposa, Cheryl. Pero dijo que la prueba le había dado esperanza a la familia.

David Essam y su esposa Cheryl han estado participando en la prueba.

David expresó: "Si alguien pudiera ralentizarlo [el alzhéimer] y finalmente frenarlo del todo, sería maravilloso, es simplemente una cosa horrible y desagradable".

Hay más de 55 millones de personas en el mundo como David y se proyecta que la cifras supere 139 millones para 2050.

PURANOTICIA // BBC MUNDO

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