Jueves 18 de agosto de 2022 19:03
Escuela de Yoga de Buenos Aires: La presunta secta acusada en Argentina de financiarse a través de la prostitución de sus miembros
Según la justicia argentina, lo que operaba realmente era un peligroso esquema piramidal que, tras la fachada de ser un grupo espiritual, atraía a "alumnos" -incluso varios residentes en EE.UU.- para explotarlos económicamente y, en el caso de algunas mujeres, prostituirlas, para obtener dinero y favores.
A los vecinos del barrio residencial de Villa Crespo, en el norte de la capital argentina, no les llamaba mucho la atención el edificio de diez pisos donde, desde hace unos 30 años, tenía su sede la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA).
Muchos creían que era simplemente una organización "New Age" que prometía curar espiritualmente a las personas.
Pero, según la justicia argentina, lo que operaba realmente en ese edificio era un peligroso esquema piramidal que, tras la fachada de ser un grupo espiritual, atraía a "alumnos" -incluso varios residentes en Estados Unidos- para explotarlos económicamente y, en el caso de algunas mujeres, prostituirlas, para obtener dinero y favores.
El pasado 12 de agosto, efectivos del Departamento de Trata de Personas de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal allanaron el edificio y unos 50 lugares más en busca de una veintena de personas acusadas de encabezar la organización delictiva.
20 fueron arrestados y se ordenó la captura internacional de otros cuatro sospechosos, quienes -se cree- estarían en Estados Unidos.
El juez federal Ariel Lijo, a cargo del caso, conocido como "Secta S.A." acusó a los detenidos de presunta responsabilidad en los delitos de trata de personas con fines de reducción a la servidumbre, agravado por coerción, hurto agravado, lavado de activos, asociación ilícita, ejercicio ilegal de la medicina, expendio irregular de medicamentos y tráfico de influencias.
Uno de los arrestados fue Juan Percowicz, un contador de 84 años que es considerado el líder del grupo.
Percowicz ya fue imputado por los mismos delitos en 1993, pero la causa no avanzó (algo que uno de los denunciantes del caso atribuyó a las conexiones del líder con personas de poder).