Viernes 13 de octubre de 2023 14:19
El exmilitar de las fuerzas especiales israelíes que se enfrentó a Hamás y evitó que su kibutz fuera tomado
Se le ha descrito como el héroe de Nir Am, el salvador de su kibutz, una comunidad de unas 400 personas que viven a sólo 2 kilómetros de Gaza.
Uno de los primeros asentamientos israelíes que fue atacado cuando los militantes de Hamás irrumpieron en Israel el sábado fue el kibutz Nir Am, donde la población local llevó a cabo una feroz defensa y ahuyentó a los atacantes.
"Cogí mi pistola, mi ropa, mi chaleco antibalas y lo demás eran cigarrillos", dice Adam, relatando tranquilamente cómo saltó sobresaltado de su cama por el ruido de un disparo a las 06:30 del sábado.
"Comenzamos a matar a todos los que se acercaban a la valla", agregó.
Se le ha descrito como el héroe de Nir Am, el salvador de su kibutz, una comunidad de unas 400 personas que viven a sólo 2 kilómetros de Gaza.
"Tomé el radio transmisor y repetí esta frase una y otra vez: 'Nadie entrará a Nir Am, nadie entrará a Nir Am'".
Adam tiene 46 años, fue oficial de las fuerzas especiales israelíes, por lo que no podemos mostrar su rostro ni usar su nombre completo.
Tiene la cabeza afeitada, es boxeador, y no es el hombre más corpulento pero no te meterías con él. Está claro que puede arreglárselas solo.
Dice que se le unieron otros hombres del kibutz.
"Civiles que no saben luchar pero tienen mucho corazón. Dos o tres con experiencia en fuerzas especiales, pero los demás... sólo hombres normales, trabajan en computación. Hombres normales, pero muy, muy especiales".
Juntos pelearon entre tres y cinco horas; Adam no está exactamente seguro. Luego vino una pausa.
"Pensamos que todo estaba bien, pero luego vino la segunda ola, entre ocho y diez terroristas con ametralladoras, con granadas propulsadas por cohetes... Estaban cerca, entre 10 y 15 metros. Corrí hacia ellos y me paré y disparé y maté... Una bala a la cabeza".
¿Qué estaba sintiendo en el fragor de este tiroteo? "Mi mente está bien. Soy un guerrero, soy un combatiente, estoy hecho para esto".
Y tenía claro lo que estaba en juego. La gente de Nir Am habría sido masacrada, dice, tal como lo fueron en otros kibutz, comunidades organizadas como colectivos, a menudo granjas.
"Corren a las casas y matan a las mujeres y a los niños. Eso nos mantuvo luchando, matando. No permitimos que nadie entrara al kibutz. Nadie resultó herido".
Ahora los residentes de Nir Am viven en un hotel de Tel Aviv. No saben cuándo podrán regresar. Adam teme que algunos tengan demasiado miedo.
Está agradecido por la hospitalidad. "Es muy acogedor, es como otra casa", dice. "Y todo Israel nos ha enviado ropa y comida".
Pero incluso aquí, los evacuados no están del todo seguros.
Nuestra conversación se ve interrumpida por sirenas que advierten de otro ataque con cohetes. Adam nos guía con calma hasta el refugio, donde hay familias apiñadas y algunos niños lloran.
"Para nosotros no es nada, vivimos en el sur. Para nosotros es algo normal", dice Adam.
Adam critica al gobierno de Israel, en particular la incapacidad de los servicios de seguridad para predecir y prepararse para el ataque.
"Es nuestro liderazgo. Ahora están sometidos a una prueba. Nuestro liderazgo no nos merece", dice.
Unas 1.300 personas murieron en el ataque sin precedentes de Hamás contra Israel, y al menos 150 personas fueron tomada como rehenes.
Israel respondió con masivos ataques aéreos contra Gaza, que también han matado a 1.300 personas. Además cerró la frontera impidiendo la entrada de combustible y alimentos.
¿Y el futuro?
Adam dice que cree que la mayoría de la gente en Gaza es buena gente que quiere una vida normal, pero quiere ver una acción militar arrolladora para lidiar con Hamás.
"No podemos tener la misma solución, necesitamos algo mucho, mucho más fuerte", afirma.
Pero agrega que no quiere que las tropas israelíes entren en Gaza. "Ellos (Hamás) quieren que hagamos eso porque allí tienen trampas. Esto estaría mal".
En Nir Am sólo murió un residente, un joven que estaba en el festival de música que Hamás atacó. Adam y su fuerza civil mantuvieron seguro el kibutz.
(Imágenes: Getty Images, NIR AM)
PURANOTICIA // BBC MUNDO