Lunes 9 de mayo de 2022 16:26
Con emotiva carta, Fernanda Hansen realizó íntima reflexión sobre las pérdidas en el embarazo: “Me dolía el alma”
La periodista compartió un poderoso mensaje sobre su proceso en la maternidad, en conmemoración de una nueva celebración del Día de las Madres.
En el marco de la celebración del Día de la Madre, la periodista Fernanda Hansen publicó una emotiva carta en “The Clinic”, en la que relató su compleja experiencia con la maternidad, y las duras pérdidas que mantuvo durante este proceso.
“Nerviosa y expectante, me hice un test de embarazo. El segundo en mi vida. El primero había sido un positivo que terminó con una niña hermosa de 6 años hoy, que llena mi vida con su sonrisa. Pero esa tarde de verano del año 2016, me hacía el segundo, esperando un positivo que confirmara un hermano para mi hija. Y fue un positivo claro”, comenzó señalando la comunicadora.
“Mi corazón latía a mil y solo quería gritar la noticia ¡Iba a ser mamá otra vez! No cabía de felicidad, aunque mi cuerpo se sentía distinto y mi humor estaba algo extraño. Iba a tener otro hijo, pero de alguna manera ya lo tenía”, añadió en su mensaje.
“Y es que ese positivo, venía a confirmar lo que ya en deseo era realidad. Porque desde el día que nos decidimos a buscar un segundo hijo con mi pareja, comenzamos a soñarlo… Pensábamos que sería hombre y se llamaría Gabriel, por decisión de su papá, amante de la música de Peter Gabriel. Y aunque me encantaba y yo lo asociaba al Arcángel Gabriel, todavía me sonrío pensando en el por qué de su nombre”, agregó la periodista.
Sin embargo, el embarazo no tuvo buen puerto, y Fernanda recordó el complejo momento en que la especialista le dijo que no había latidos. “Las cifras son crueles y yo caía en aquellas 3 de cada 4 mujeres que pierden el embarazo en el primer trimestre. Fueron algunas semanas de amor e ilusión, pero dejó de crecer”, indicó.
“‘Lo lamento, no hay latidos’, me dijeron en una ecografía ¡¡Cómo duelen esas palabras!! Porque aunque las cifras te lo advierten, los números no sienten. ‘¿Y qué hago ahora con su nombre?’, pensé. ¿Qué hago con toda la ilusión y energía psíquica y física puesta en este hijo esperado? ¿Cómo se hace para masticar un dolor además invisibilizado por la sociedad?…”, reflexionó Hansen.
En esta línea, la periodista recordó cada frase que le decían luego de este complejo momento, como “no te preocupes, puedes tener otro”, “eres joven”, “menos mal que era chiquito”, asegurando que “no me hacían tanto sentido porque a mí en ese momento sí me preocupaba, sí me dolía, no pensaba en querer tener otro hijo, no me importaba ser joven y menos pensaba que mi pena debía ser proporcional al tamaño o tiempo de embarazo”.
“Me dolía y punto. Se quebraba la ilusión y la imagen del futuro y eso dolía. Me dolía y punto. Y me dolía el útero y los pechos. Me dolía el alma. Me dolía y punto”, recalcó, para luego agregar que “Así, meses después, otro test positivo. Otra vez la ilusión, mi cuerpo, los sueños, las ganas, pero no. Otra vez, no y otra vez mis lágrimas y yo en el suelo. Recuerdo esa vez, haber sentido tanta rabia. ¡¿Por qué otra vez?! Con el miedo a fuego por la experiencia pasada, esta vez, no nos dejamos ilusionar tanto”.
“La medicina es acuciosa y cruel con la fertilidad: abortos recurrente, infertilidad secundaria, vejez prematura de óvulos, incompatibilidad con mi pareja… Uff… Títulos y múltiples exámenes para encontrar diagnósticos. Y para seguir la búsqueda, comenzaron las jeringas, las hormonas, los seguimientos, la espera de cada mes y más lágrimas”, relató, asegurando que esperaron meses que el test volviera a salir positivo, transcurso durante el cual hubo “fertilizaciones asistidas, más hormonas, más jeringas y nada. ¿No es aquello sobre lo que pensamos lo que se convierte en la realidad? ¿No es realidad a lo que le ponemos atención? Mi realidad, mi atención, mi cuerpo, mi alma, mi tiempo y energía, estuvieron en esos meses de búsqueda. Esa era mi realidad. Así fue por años hasta que, por fin, llegó una niña. ¡Un nuevo test positivo! Alma la llamamos. Y aunque su corazón latió más tiempo dentro de mí, tampoco pudo hacerlo fuera de mi vientre”.
“Una vez más, mis lágrimas y yo en el suelo. Me dolía y mucho. Pero el haberla tenido junto a mí más tiempo, que un rincón de mi vida lleve su nombre, y una ley (ley Dominga), me la trae de -alguna manera- al hoy y también de esa especial, -alguna manera-, representa a mis otras dos pérdidas: Mi Alma, almas. Porque sí”, expresó Hansen.
En esta línea, Fernanda enfatizó en que “era mamá de una hija en vida, pero también de 3 en los sueños y en el duelo. Sí. Tengo una hija y 3 pérdidas gestacionales”.
Para concluir, la periodista aclaró su postura sobre si celebra el Día de la Madre, declarando que “Aunque no es algo muy socialmente aceptado, para mí, claro que lo celebro porque tengo muchos por los que celebrar. Mi hija Amalia me abraza por todos. Por los que fueron mis deseos, los que se quedaron en la ilusión y en la espera. Me abraza por aquellos test positivos y los cambios que ellos dejaron en mi alma y en mi cuerpo. Me abraza por esos años de mi vida, dedicados, en cuerpo y alma, para volver a gestar, para caminar con más corazones latiendo conmigo”.
“Por eso le digo también: Feliz día a todas las mamás que siguen intentando para ser acompañadas en esta vida, por otro latir”, concluyó Fernanda Hansen en su íntima carta, la que posteriormente compartió en sus redes sociales.
PURANOTICIA