¿Por qué verla vestirse es mejor que verla desnudarse?

El desnudarse es abrir un catálogo de promesas cumplidas o desmentidas, es un ir al grano de una vez y eso no está mal. Pero los partidarios de verlas vestirse son gente más sofisticada y soñadora.

Martes 23 de septiembre de 2014 a las 11:30 horas

Noticias Relacionadas

Lo Mas Visto

Tendencias

1. Es más largo En la parte en la que se desnudan las cosas nunca son lo suficientemente rápidas. Un striptease está bien, pero enseguida se te hace eterno si llegas muy apurado. En cambio, el vestirse es un striptease inverso y lento. La piel va desapareciendo poco a poco. Quizá ella vaya y venga al baño o se maquille en el espejo de tu habitación a medio vestir. Es el momento de tener la mejor conversación de todas, una charla cómplice y sin prisas en la que todo lo que se dice está bien.

2. Crea recuerdos. A medida que la ropa la va cubriendo, tu mente empieza a fabricar una nostalgia anticipada y lo que queda de su desnudez es el recuerdo. El recuerdo es la manera más práctica y modelable de mirar a las cosas. Los recuerdos están cargados de Photoshop y son lo que quieras que sean. Quedate con los buenos, primero los fabricas y después les das cuerda ya cuando quieras.

3. Propicia el vouyerismo. Cuando se quita la ropa hay que tener mucha sangre fría para no echar una mano. Y si no te deja, sabes que va a llegar tu momento en breve, que esa cuenta atrás es para ti. En cambio, al vestirse, se pasa del plano subjetivo al objetivo. Tirado en la cama, disfrutar de un baile privado sin baile, casi involuntario y casi inadvertido. Es como poder echar un vistazo en su habitación cuando no te ve. Para bien o para mal, eso es un montón de información.

4. Ayuda con la idealización. Si te quieres enamorar, éste es el momento. Vestirse es la cámara lenta del amor. Es difícil que vaya a estar más linda que cuando se estira para encontrar sus cosas en esos sitios donde nadie las ha puesto.

5. El retorno del pudor. Después de todo lo que ha pasado, ella va y se tapa un poco, se viste de espaldas y se muerde el labio, el paso previo a sonrojarse. Probablemente sólo quiere que te fijes lo menos posible en lo despeinada que está o en las partes que menos le gustan de su cuerpo pero, en realidad, lo está convirtiendo todo en más pecado y hace que sea más excitante para ti. Y eso viene pasando desde Eva y la hoja de parra.

6. Los segundos de los zapatos. Lo que tarda en ponerse los zapatos y el tiempo en que los ellos vuelvan a convertirse en la prolongación de sus tobillos es el minuto de oro del día siguiente. No hay un gesto más sexy que pueda hacer una mujer si excluimos cuando te mira a los ojos con la boca ocupada.

7. Va a quedarse en ropa interior. Para vestirse hay que pasar irremediablemente por ponerse la ropa interior. Y en ropa interior nos gustan siempre, porque lo mejoran todo. Hay ropa específicamente pensada para ese momento, como un buen conjunto de encanje, o de algodón, ropa que esconde sus partes más deseables y al mismo tiempo te permite completar con tus fantasías lo que no se ve.

8. El morbo de que te quedas. Ella está vestida y tú no. Ha terminado, un beso, una sonrisa y se va a las otras cosas de su vida. Te sientes un ratito hombre objeto.

Es el beso más dulce de todos y es el último, el que se va a quedar en tu boca hasta la próxima.

Consejo Extra. Para los indecisos hay un camino: desnudala justo en el momento en que ha terminado de vestirse.