Américo reveló delicado secreto cuando niño

Habló de las penas de su niñez, de la separación de sus padres, entre otras cosas en "Más Vale Tarde"

Sábado 7 de junio de 2014 a las 18:30 horas

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Espectáculos

El cantante nacional Américo se mostró emocionado al revelar un delicado secreto cuando niño, en su visita al programa "Más Vale Tarde" de Mega. 

 

Estaba a punto de llorar mientras conversaba con Luis Jara, quien remplazó esta semana a Alvaro Escobar, que estaba en Turquía entrevistado a los protagonistas de la teleserie Las Mil y Una Noches

 

El cantante de "Que Levante La Mano" habló por primera vez de las penas de su niñez, de la separación de sus padres, cuando tenía cinco años; y de cuando comenzó a trabajar, a los doce

 

“Estoy trabado con la emoción, pero no voy a llorar ahora... Más rato sí”, confesó en algún momento de la conversación, donde surgió la palabra “violencia familiar”. Entonces, explicó a que se debía esta situación.

 

Este fue su relato.

 

“Cuando respondo esto de la violencia, lo digo porque me tocó ver la separación de mis padres, afortunadamente en otro tiempo, donde era un mundo más tranquilo, en provincia, en Arica, dentro de una familia muy normal.

 

“La cosa no estaba tan brava como ahora, tan expuesta, las violencias. Pero entiendo que cuando los papás se separan, la cosa no anda bien, aparecen ciertas sensaciones, emociones, gestos, que finalmente llevan a que, en este caso, se haya roto la familia. Y finalmente a eso me refiero al responder lo de la palabra ‘violencia’. Es porque quedamos nosotros ahí, los hermanos. Somos tres hijos del matrimonio de mi papá con mi mamá, yo soy el del medio.

 

“Hubo muchas diferencias entre ellos dos y esto provoca la intensidad de un mal momento como la separación. No es un grato ambiente, sobre todo cuando tú estás tan niño. Lo recuerdo bien, además que me tocó ser intermediario entre el cariño de los dos. Entiendo que existe una violencia y no violencia de cariño, una violencia de afectividad, de entender, y decirle a todo el mundo, especialmente a mis papás que extrañé mucho la familia.

 

“Sí (le hubiese gustado que sus padres no se hubiesen separado), o por lo menos (que hubiesen estado juntos) un tiempo más, y nosotros tal vez haber aportado a sus decisiones. Porque ahora a mi madre la tengo al lado, me ayuda un montón con mi hija, con mi nieta, con mi otra hija. Tengo a mis hermanos, a mis sobrinos cerca. Pero, por otro lado, mi viejo está en Arica, me cuesta, porque él es bien nómade para sus cosas, de arrancarse.

 

“Ahora que yo tengo eso, comprendí que podría haber durado más tiempo dentro de mi niñez. Y a eso me refiero con la violencia, que se entienda bien, porque finalmente termina siendo una carencia y te provoca características que no tenías condicionadas.

 

“No me gusta mirar atrás, pero en algún momento tengo que decirlo, compartirlo y decirle a mi viejo que lo echo de menos y decirle a mi mamá que la adoro y me hubiese gustado que nuestro tiempo juntos se hubiese extendido un poco más.

 

“Me tocó trabajar muy chico, me tocó perderme bastante no sólo a mi papá, porque finalmente nos quedamos con mi mamá; también a mi mamá, porque ella tuvo que salir a trabajar.

 

“(Tenía) Las necesidades típicas de comer, vivir, estudiar, pero nunca me faltó. Pobre así, no. Nos tocó vivir de allegados en la casa de mi abuela… Además, tenía una cosa romántica, para que no sea tan triste… Por ejemplo, en las tardes, era la suerte del que iba a comprar el pan, porque se comía uno en el camino, más de los dos que nos tocaban. Yo me lo tenía que sortear con mi hermano y con un par de primos, entonces, te tocaba como dos veces a la semana”.

 

pn/pv