Lunes 13 de abril de 2020 09:36
El doble calvario de una familia viñamarina que perdió a abuelo por causa del Covid-19
Adulto mayor falleció en Santiago, sin embargo, el Parque del Mar de Concón se negó, en primera instancia, a recibirlo para su entierro debido a que incumplían el protocolo. Drama se zanjó luego de una serie de diligencias.
Un doble calvario fue el que vivió una familia de Viña del Mar, luego que se confirmara el deceso de uno de sus miembros a causa del coronavirus Covid-19 en Santiago, y cuya sepultura fue precedida de una serie de dificultades por parte del cementerio Parque del Mar de Concón.
Todo comenzó el 9 de abril, cuando el padre de Marcelo Alarcón comenzó los trámites para sepultar el cuerpo de su abuelo, Luis, quien falleció en el Hospital del Salvador a raíz de la pandemia, según consigna el diario El Mercurio de Valparaíso.
Teniendo en cuenta que el protocolo indica que la persona que fallece por Covid-19 debe ser enterrada el mismo día, el padre de Marcelo inició los trámites con el camposanto de Concón, donde habían adquirido un espacio para el familiar.
No obstante, desde el cementerio le aseguraron que la Seremi de Salud estableció una prohibición de trasladar cuerpos de una región a otra, debido al cordón sanitario que pesaba sobre la región Metropolitana durante la semana pasada.
Ante estos problemas, Marcelo Alarcón comenzó a investigar, logrando detectar que la información entregada por el recinto de Concón no era tal, sino que la Seremi de Salud establece un protocolo de manejo de cadáveres y que en los funerales se busca restringir los focos de contagio, ya que no pueden haber más de 50 personas.
"Desconozco si los cementerios pueden tener protocolos internos, pero en lo que respecta a traslados y entierros no hay ninguna prohibición; sólo hay que cumplir con el sellado y la sanitización", indicó al matutino.
Luego, el Hospital del Salvador preparó el cuerpo del fallecido, de acuerdo a los protocolos sanitarios, y lo trasladó hasta Concón. Sin embargo, desde el camposanto insistían en que había una prohibición para trasladarlo.
Afortunadamente, para la familia Alarcón, recibieron posteriormente desde la Seremi de Salud la resolución que autoriza al Parque del Mar el traslado de cuerpos entre regiones, y finalmente el cuerpo pudo ser trasladado y enterrado.
"Lo que generó la molestia fue la falta de empatía por la situación que estábamos pasando y, por otro lado, al ser un servicio pagado, ellos deberían ayudar y no poner trabas que no existían", concluyó Marcelo Alarcón.
PURANOTICIA