Lunes 2 de marzo de 2020 10:09
Ernesto Cardenal, el cura-poeta que fue suspendido por Juan Pablo II, falleció a los 95 años
El religioso es una de las figuras clave de la Teología de la Liberación y está estrechamente vinculado con el movimiento sandinista de Nicaragua.
El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal falleció este domingo en Managua a los 95 años de edad, según confirmó su asistente personal y poetisa Luz Marina Acosta.
Cardenal es una de las figuras clave de la Teología de la Liberación y está estrechamente vinculado con el movimiento sandinista.
Tras su muerte, el Gobierno nicaragüense envió sus "más sinceras condolencias" a familia y amigos en nombre del pueblo.
"Al conocer el Fallecimiento del poeta Cardenal, reconocemos su aporte a la lucha del pueblo nicaragüense", apuntó el comunicado oficial del Gobierno.
Cardenal, que sufría problemas cardíacos y renales, es considerado como uno de los últimos autores más prestigiosos de America Latina. Sus obras han sido traducidas a más de 20 idiomas y han recibido reconocimientos internacionales como la orden Legión de Honor en Grado de Oficial del Gobierno de Francia.
Con su muerte, Nicaragua pierde a su mayor referente literario después de Rubén Darío.
CASTIGADO POR JUAN PABLO II
Vinculado a las luchas progresistas de América Latina y al movimiento sandinista de Nicaragua, Cardenal y otros curas adscritos a la Teología de la Liberación fueron suspendidos del ejercicio del sacerdocio en 1984 por el entonces papa Juan Pablo II.
El por entonces Sumo Pontífice reprendió a Cardenal, quien permaneció arrodillado ante él en la propia pista del aeropuerto de Manugua, por formar parte del Gobierno sandinista como ministro de Cultura (1979-1987) tras colaborar con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el derrocamiento del dictador Anastasio Somoza.
Tras estudiar en su juventud en Manuagua, viajó por diferentes partes del mundo, hasta llegar a Estados Unidos, donde permaneció en una abadía de Kentucky durante dos años, y posteriormente estudió teología en México. En 1965 es ordenado sacerdote en Manuagua y años después funda una comunidad cristiana en una isla del archipiélago de Solentiname, donde escribe «El Evangelio de Solentiname», en el que expone sus ideas acerca de la Teoría de la Liberación y la religión como arma de los pobres para lograr la justicia social.
Décadas después, Cardenal decidió abandonar el movimiento sandinista, en protesta por la dirección y el rumbo que el partido estaba llevando bajo la dirección de Daniel Ortega, a quien le llegó a acusar de "dictador", en los años '90.
FRANCISCO LEVANTÓ SU SUSPENSIÓN
Estando ya enfermo, el Papa Francisco decidió hace un año levantar la suspensión y rehabilitar en sus funciones de sacerdote a Cardenal, quien volvió a tomar los hábitos de manera simbólica para bendecir, desde la cama del hospital en el que se hallaba, al obispo auxiliar de Managua Silvio José Báez, quien había pedido al poeta su bendición.
Nominado hasta en cuatro ocasiones al Premio Nobel de Literatura, Cardenal tuvo tiempo de escribir sus últimos poemas antes de abandonar este mundo, en el que deja una extensa obra traducida a más de 20 idiomas, entre las cuales destaca «Canto a un país que nace», «Homenaje a los indios», o «La Revolución perdida».
PURANOTICIA