Los investigadores trabajan para determinar qué causó la colisión y no está claro cuándo la tripulación podrá abandonar el barco.
Casi una semana después del colapso del puente Francis Scott Key de Baltimore, 21 tripulantes permanecen varados a bordo del barco involucrado en el accidente.
La mayor parte de la tripulación del Dali es de India. Uno de los marineros resultó levemente herido cuando el barco chocó contra el puente.
Seis personas que se encontraban en el puente murieron en el derrumbe.
Los investigadores trabajan para determinar qué causó la colisión y no está claro cuándo la tripulación podrá abandonar el barco.
El Dali, que tiene de 300 metros de eslora y capacidad para transportar 10.000 contenedores, partía hacia Sri Lanka cuando ocurrió el accidente en la madrugada del martes 26 de marzo.
Un total de 21 marineros estaban a bordo del Dali al momento del choque. India ha confirmado que 20 de ellos son ciudadanos de aquel país.
Estadísticas gubernamentales muestran que 315.000 indios están empleados en la industria marítima, aproximadamente el 20% del personal mundial en el área. Los indios ocupan el segundo lugar después de los filipinos en el sector.
Un miembro de la tripulación es de Sri Lanka, según la Guardia Costera de Estados Unidos.
Un funcionario indio dijo la semana pasada que toda la tripulación goza de buena salud, incluido el miembro que sufrió una lesión menor y requirió puntos de sutura.
No se sabe mucho más sobre los marineros, sus antecedentes o su experiencia.
Entre las pocas personas que han estado en contacto con ellos se encuentra Joshua Messick, director ejecutivo del Centro Internacional de Marinos de Baltimore, una organización sin fines de lucro que trabaja para proteger los derechos de los marineros.
Messick le dijo a la BBC que intercambió mensajes de WhatsApp con la tripulación después de organizar la entrega de un paquete de ayuda, que incluía puntos de acceso WiFi.
Los describió como "inquietos" y en gran medida guardan silencio sobre su situación mientras se desarrolla la investigación.
"No le están diciendo gran cosa a nadie que haya estado en contacto con ellos", afirmó Messick.
"No tuvieron WiFi hasta el sábado y no sabían realmente cuál era la percepción del resto del mundo. No estaban seguros de si los estaban culpando o demonizando. Simplemente no sabían qué esperar".
"También se encuentran en una situación muy delicada”, añadió. “Lo que puedan decir puede afectar a la empresa. Me imagino que les han aconsejado que mantengan un perfil bajo por el momento".
Andrew Middleton, que dirige Apostolado del Mar, un programa que atiende a los barcos que pasan por Baltimore, dijo que ha estado en contacto con la tripulación "varias veces al día" desde la colisión.
"Dicen que están todos bien", afirmó.
Las autoridades han dicho que, por ahora, no hay ningún plan para desembarcar a la tripulación del Dali, que todavía está trabajando en tareas de mantenimiento en el barco. Es poco probable que abandonen el buque hasta que sea trasladado, un proceso complicado y potencialmente largo.
El viernes, el almirante de la Guardia Costera Shannon Gilreath dijo que trasladar el barco es una prioridad secundaria después de reabrir el puerto de Baltimore.
Incluso en circunstancias normales, el desembarco de tripulaciones de ciudadanos extranjeros en puertos estadounidenses requiere un papeleo importante.
Además de las visas, los marineros deben tener pases terrestres válidos que les permitan bajar del barco. También requieren escoltas que los lleven desde el barco hasta la puerta de la terminal, aunque esa función puede ser realizada por las organizaciones sin fines de lucro que trabajan con los navegantes de la zona.
No está claro si la tripulación del Dali tiene la documentación necesaria para desembarcar. La BBC contactó al "comando unificado" responsable de la respuesta al accidente de Baltimore para pedir comentarios.
Chirag Bahri, un veterano marinero indio que ahora se desempeña como gerente de operaciones internacionales de la Red Internacional de Asistencia y Bienestar de los Marinos con sede en el Reino Unido, dijo que probablemente será cuestión de meses hasta que todos los marineros puedan regresar a casa.
"Tal vez después de unas semanas, algunos de los rangos inferiores puedan ser repatriados a casa", dijo. "Pero es posible que los altos cargos todavía deban completar la investigación formal y se queden en Estados Unidos".
La tripulación del Dali dispone de alimentos, agua y otros suministros previstos originalmente para su viaje a Sri Lanka.
También podrá recibir paquetes de organizaciones sin fines de lucro que trabajan con marineros, que según Messick incluirían productos horneados y otros alimentos.
Las necesidades más apremiantes son psicológicas, consideran los expertos.
Messick afirmó que combatir el aburrimiento cuando no se trabaja es uno de los mayores desafíos si los marinos están aislados durante largos períodos. Muchos, que suelen ser jóvenes, recurrirán a los videojuegos y las redes sociales para pasar el tiempo.
"Los [barcos] más felices son aquellos en los que la tripulación puede reunirse y disfrutar de la compañía de los demás", dijo Messick. "Pero ese no es siempre el caso".
Bahri, por su parte, supone que la tripulación necesitará apoyo de salud mental a raíz del accidente y la intensa atención de los medios sobre lo que salió mal y quién, si es que hay alguien, es el responsable.
"Ahora todo el mundo está intentando resolver el caso. Eso debe parar", afirmó.
"Es probable que los marinos ya estén traumatizados y estresados. Todavía están en un barco en tierra extranjera. Debemos apoyarlos y hacerles sentir seguros de que no serán juzgados en este momento de necesidad".
(Imágenes: Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO